Elegir frutas y verduras de temporada ayuda a las familias a planificar fácilmente las comidas, producir platos frescos y nutritivos y ahorrar dinero.
Alto valor nutricional
Las frutas y verduras maduradas naturalmente son frescas y deliciosas, y aportan un alto valor nutricional. La cantidad de vitamina C, folato y carotenos disminuirá con el consumo prolongado, lo que afectará su composición nutricional general.
Elegir los alimentos adecuados para cada estación también ayuda a mejorar la salud. Por ejemplo, el frío en invierno facilita la aparición de resfriados y tos. Para mejorar la resistencia y combatir enfermedades, el cuerpo necesita buenas fuentes de nutrientes como la vitamina C presente en naranjas, mandarinas, etc. Los alimentos populares en verano aportan betacaroteno adicional (un precursor de la vitamina A) para ayudar a proteger el cuerpo de los efectos nocivos de la luz solar.
Variar estas fuentes de fibra a lo largo del año comiendo diferentes frutas y verduras de temporada puede diversificar el microbioma intestinal.
Delicioso sabor
Las frutas cultivadas y recolectadas de forma natural tienen un aroma delicioso y dulce. Los alimentos cultivados fuera de temporada pueden ser menos atractivos y pueden refrigerarse o encurtirse antes de tiempo, lo que reduce significativamente el sabor del plato.
Consumir alimentos de temporada también reduce los residuos de pesticidas. Muchas verduras crecen mejor en verano o primavera, y su crecimiento se ralentiza en invierno.
Ahorro de costes
Comer alimentos de temporada no solo aporta beneficios nutricionales, sino que también ofrece muchas otras ventajas, como el ahorro en costos. Los alimentos se transportan desde lugares lejanos, por lo que los costos de transporte y almacenamiento son elevados, por lo que los consumidores tienen que pagar más.
Siempre disponible
Los alimentos también crecen rápidamente cuando el clima es favorable. Esto se puede apreciar fácilmente al ir a supermercados y grandes mercados a comprar. Elegir alimentos de temporada también facilita la planificación de las comidas en las familias.
Un buen plato debe ser fresco primero, luego viene la preparación. Las verduras frescas suelen ser jugosas, verdes o tener un color característico que no cambia y no están blandas.
La fruta fresca y deliciosa suele ser jugosa y agradable a la vista. Evite la fruta seca, marchita o descolorida. La carne de cerdo, res o pollo fresca y preparada tendrá una textura masticable y ligeramente pegajosa al tacto.
Le Nguyen (según el Times of India )
Los lectores hacen preguntas sobre nutrición aquí para que los médicos las respondan. |
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