Los estudios muestran que las personas mayores de 50 años tienen un mayor riesgo de contraer herpes zóster porque su sistema inmunitario ya no es lo suficientemente fuerte como para controlar el virus latente. Especialmente en grupos de personas con enfermedades subyacentes como diabetes, cáncer, VIH/SIDA o que toman inmunosupresores, la capacidad de resistir el virus es aún peor.
Además, en las personas mayores, el estrés psicológico prolongado puede debilitar el sistema inmunitario. El estrés afecta el sistema endocrino y las glándulas suprarrenales, provocando un desequilibrio hormonal que propicia la reactivación del virus de la varicela zóster. Muchos pacientes con herpes zóster informaron haber experimentado un período de estrés intenso antes de que la enfermedad se manifestara.
Las personas mayores con artritis reumatoide, lupus eritematoso y pacientes con trasplante de órganos suelen usar inmunosupresores a largo plazo. Estos medicamentos aumentan la probabilidad de que la culebrilla se reactive debido a la supresión del sistema inmunitario.
La falta de sueño, la mala alimentación, la falta de ejercicio y vivir en un ambiente contaminado también son factores que debilitan el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de padecer herpes zóster en los ancianos.
El herpes zóster en los ancianos puede provocar fácilmente muchas consecuencias.
En las personas mayores, el virus de la varicela-zóster se reactiva y ataca los nervios, causando dolor y ampollas. Por lo tanto, esta afección suele presentar manifestaciones más graves. Los síntomas incluyen ampollas generalizadas acompañadas de dolor, picazón prolongada, incluso insomnio, que dificulta las actividades cotidianas y causa debilidad física grave.
La capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo ya no existe, lo que lleva a que el virus penetre profundamente en el cuerpo, afectando los nervios y otros órganos del cuerpo, causando neumonía, pérdida de visión, daño ocular, etc.
Las complicaciones comunes después del herpes zóster causan dolor, dificultad para moverse y realizar las actividades diarias y duran muchos años.

En los ancianos, el virus Varicela-Zoster se reactiva y ataca los nervios, provocando dolor ardiente y ampollas.
El cuerpo de una persona mayor tiene muchas enfermedades subyacentes graves que reducen la capacidad de interactuar con los medicamentos y las técnicas de tratamiento, por lo que el proceso de tratamiento es más largo y complicado.
Aunque el herpes zóster no supone una amenaza directa para la vida, supone muchos riesgos peligrosos para las personas mayores.
En concreto, las siguientes complicaciones afectarán directamente a la salud, psicología y calidad de vida del paciente:
- La neuralgia posherpética provoca un dolor ardiente, similar a una descarga eléctrica, que dura meses.
- Infecciones cutáneas secundarias.
- Provoca conjuntivitis, aumento de la presión ocular e incluso pérdida de la visión si tienes herpes zóster.
- Provoca debilidad muscular e incluso parálisis temporal en la zona de la piel afectada.
Cómo cuidar a los ancianos con herpes zóster
Además de tomar la medicación prescrita por el médico, los pacientes deben prestar atención a lo siguiente:
Cómo cuidar
El cuidado adecuado de las heridas ayuda a limitar la infección y promover la curación:
- Limpie suavemente las áreas de piel afectadas por el herpes zóster con un paño suave, solución salina y desinfecte con alcohol rojo.
- Cubre y protege la piel para mantenerla seca y limitar la humedad.
- Evite rascarse o aplicar presión sobre las áreas de piel infectadas.
- No aplique ningún producto sin consultar a su médico.
- No apriete las ampollas ya que esto puede provocar que el pus se extienda a otras áreas de la piel y empeore la afección.
- Enfríe el área de la piel infectada con una toalla fría para ayudar a aliviar la picazón y reducir la inflamación.
Régimen nutricional
Una dieta nutritiva ayuda a fortalecer la inmunidad natural del cuerpo y ayuda a que la piel se recupere rápidamente:
- Beber 2 litros de agua al día es suficiente para ayudar a mantener la piel hidratada y suave, evitando picazón y descamación.
- Aumente la ingesta de alimentos que contengan vitamina B12, C y minerales para mejorar la inmunidad del cuerpo y favorecer la recuperación de daños, incluidos vegetales verdes, frutas cítricas, nueces secas y salmón.
- Consume proteínas y omega 3 para mantener la resistencia y prevenir la inflamación generalizada que se encuentra en las semillas de chía, el aceite de pescado, el pollo, los huevos, etc.
- Limite los alimentos grasosos, picantes o que contengan mucha azúcar o leche, que pueden empeorar la dermatitis.
Estilo de vida y ejercicio
Practique hábitos de vida regulares y haga ejercicio adecuadamente para mantener su cuerpo sano y mejor preparado para combatir los virus:
- Descanse lo suficiente y evite trabajar en exceso para permitir que su cuerpo se recupere.
- Reduce el estrés y la ansiedad con ejercicios y actividades de relajación en casa.
- Aumente el ejercicio suave para mejorar la circulación sanguínea y la resistencia.
- No te bañes con agua caliente durante demasiado tiempo ya que irritará la piel.
- Vigile de cerca cualquier síntoma inusual en la piel y notifique a su médico de inmediato para recibir tratamiento.
Prevención del herpes zóster en personas mayores
En las personas mayores, cuando el sistema inmunitario se debilita, es más probable que el herpes zóster reaparezca. Es necesario tomar las siguientes medidas:
- Los médicos recomiendan la vacuna contra el herpes zóster para personas de 50 años de edad o más.
- Mantener una dieta nutritiva y equilibrada.
- Duerma lo suficiente y evite quedarse despierto hasta tarde durante largos períodos de tiempo ya que puede provocar un deterioro del sistema inmunológico.
- Haga ejercicio regularmente con ejercicios suaves como yoga y tai chi.
- Limite la ansiedad y el estrés prolongado y aumente las actividades relajantes como escuchar la radio, socializar...
- Seguimiento y chequeos de salud periódicos para asegurar la detección temprana de cualquier enfermedad.
- Tome los medicamentos exactamente como se los recetó su médico.
- Chequeos regulares para un tratamiento oportuno.
- Limite el contacto con personas en riesgo de padecer la enfermedad o que hayan tenido varicela.
- No comparta artículos personales como toallas, ropa, etc.
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/ly-do-nguoi-lon-tuoi-de-mac-benh-zona-than-kinh-169251204182256805.htm










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