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| Los médicos aconsejan sobre nutrición para ayudar a los niños a desarrollarse integralmente (Foto: Hospital General Tam Anh) |
El doble desafío y el camino hacia un futuro saludable.
Respecto al riesgo de desequilibrio nutricional entre un segmento de la población actual, según la Dra. Bui Thi Thuy, del Departamento de Asesoramiento Nutricional para Adultos del Instituto de Nutrición, la mayoría de los casos de dislipidemia se derivan de dietas poco saludables, estilos de vida sedentarios y causas secundarias como el sobrepeso, la obesidad o trastornos metabólicos.
Según el profesor Tran Thanh Duong, director del Instituto de Nutrición, los hábitos alimentarios actuales de los vietnamitas no están equilibrados, ya que a menudo consumen mucha carne y grasa animal pero carecen de verduras y frutas verdes, lo que aumenta el riesgo de sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes, gota y dislipidemia.
En particular, los jóvenes consumen cada vez más cantidades excesivas de grasas saturadas, grasas trans, alimentos ultraprocesados y azúcares libres, todo lo cual aumenta el riesgo de enfermedades precoces. Alimentos como las papas fritas, el pollo frito, los palitos de masa fritos, los pasteles fritos, las galletas, los pasteles, los pasteles industriales, las papas fritas, los fideos instantáneos, las salchichas, el tocino y los refrescos azucarados, ricos en grasas no saludables y azúcar, son cada vez más comunes en la dieta de muchos vietnamitas.
En la Conferencia sobre Nutrición y Ciencia de los Alimentos de 2025, el profesor asociado Dr. Nguyen Trong Hung advirtió sobre la tendencia del "miedo al hambre", donde muchas personas eliminan por completo el arroz de sus comidas mientras consumen cantidades excesivas de carne, nueces, aceites, frutas y jugos.
Enfatizó que los carbohidratos deben representar aproximadamente el 50% de la ingesta energética, incluso para personas con diabetes sin complicaciones. Eliminar los carbohidratos no solo causa deficiencia energética y provoca hambre rápidamente, sino que también crea un desequilibrio peligroso: exceso de grasa, proteína y azúcar, lo que provoca trastornos lipídicos, obesidad y enfermedades metabólicas.
Otro hábito que merece una advertencia es el consumo diario de zumo de fruta. Un vaso de zumo equivale a 300-500 g de fruta; si se bebe zumo y se come fruta al mismo tiempo, la ingesta total de azúcar supera el nivel recomendado, lo que aumenta fácilmente el riesgo de diabetes y dislipidemia. Además de la dieta, la falta de actividad física también es una razón importante por la que la dislipidemia es cada vez más común y difícil de controlar.
A nivel nacional, el viceministro de Salud, Tran Van Thuan, advirtió que la tasa de sobrepeso y obesidad en las zonas urbanas ha superado niveles alarmantes, mientras que en muchas regiones montañosas, casi el 38 % de los niños presenta retraso en el crecimiento. Esta situación no solo refleja un desequilibrio en la dieta, sino que también indica consecuencias alarmantes a largo plazo para la salud, la productividad laboral y el desarrollo humano.
Combinando la educación nutricional y las políticas nacionales.
Para abordar estos problemas, el Instituto Nacional de Nutrición ha establecido siete pirámides nutricionales para cada grupo de edad y público objetivo, presentadas de forma visual y fácil de entender. Esto ayuda a las personas a desarrollar dietas equilibradas, con los carbohidratos en la base, que constituyen la principal fuente de energía; las grasas, los azúcares y la sal en la cima, que deben limitarse; y los demás grupos de alimentos distribuidos adecuadamente según las necesidades de cada grupo de edad.
El objetivo para 2030 es aumentar la estatura promedio de niños y adolescentes en al menos 1,5 cm y elevar la esperanza de vida a 75,5 años, incluyendo 68 años de vida saludable. Actualmente, la esperanza de vida promedio de los vietnamitas es de 74,7 años, pero el número de años vividos con buena salud aún es bajo; las personas mayores suelen padecer un promedio de tres enfermedades crónicas, la mayoría de las cuales están directamente relacionadas con la alimentación y el estilo de vida.
Para las personas con dislipidemia, una dieta adecuada es fundamental. Los expertos recomiendan reducir las grasas saturadas a menos del 7-10% de la ingesta energética total, eliminar por completo las grasas trans, aumentar el consumo de grasas insaturadas provenientes de pescados grasos y aceites vegetales; aumentar el consumo de fibra soluble proveniente de verduras de hoja verde, frutas, avena y legumbres; limitar el consumo de colesterol a menos de 200-300 mg/día; y reducir el consumo de azúcares libres, sal y alcohol. Las comidas deben dividirse en 3-5 porciones al día, consumirse a horarios regulares y combinarse con ejercicio regular. Es importante que estas recomendaciones se individualicen según la condición física, la edad y las afecciones médicas coexistentes para garantizar su eficacia a largo plazo.
Para lograr el objetivo de mejorar la estatura, la salud y la longevidad de los vietnamitas, los expertos enfatizan la necesidad de combinar la educación nutricional, el desarrollo de infraestructura deportiva, la adopción de una política nacional de nutrición basada en el modelo japonés y la elaboración de dietas adecuadas para cada región. Solo cuando cada individuo comprenda el papel de la nutrición científica en su propia salud y en la de la comunidad, Vietnam podrá superar el doble desequilibrio y avanzar hacia una generación de jóvenes altos, saludables, dinámicos y creativos.
Fuente: https://baodautu.vn/moi-lo-mat-can-doi-dinh-duong-o-viet-nam-d441368.html







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