El Dr. Le Quoc Hung , jefe del Departamento de Enfermedades Tropicales del Hospital Cho Ray, respondió: La toxina botulínica es producida por la bacteria Clostridium botulinum, es un veneno extremadamente fuerte que puede causar la muerte en pequeñas cantidades.
La bacteria Clostridium botulinum vive en ambientes anaeróbicos, es decir, en entornos sin aire y con niveles muy bajos de oxígeno. Normalmente, en nuestro entorno vital, estas bacterias no pueden sobrevivir debido a los altos niveles de oxígeno. Por lo tanto, se adaptan automáticamente creando esporas, que son membranas que les permiten hibernar allí, inactivas, pero no muertas.
Durante la preparación de alimentos, se debe prestar atención a la higiene para evitar contaminaciones que provoquen intoxicación alimentaria.
La bacteria Clostridium botulinum está en todas partes a nuestro alrededor, especialmente en suelos arenosos.
Cuando procesamos, empacamos, enlatamos, sellamos o envolvemos alimentos en plástico sin oxígeno en su interior, crearemos condiciones para que la bacteria Clostridium botulinum se reactive y crezca, lo cual es la causa de la intoxicación botulínica.
Por lo tanto, debemos prestar atención durante el procesamiento y la conservación. En la primera etapa del procesamiento de alimentos frescos, este debe realizarse en un ambiente limpio. Esto significa que debemos limpiar y desinfectar regularmente el área de procesamiento y los recipientes de almacenamiento de alimentos para evitar que se adhieran polvo y arena.
La segunda etapa es el proceso de envasado para preservar el producto. Al envasar alimentos, se crean las condiciones para que la bacteria botulínica se reactive. Los fabricantes de alimentos suelen irradiar el envase para garantizar la seguridad alimentaria. En casa, si no se cuenta con técnicas profesionales, no se deben envasar los alimentos de forma hermética.
La tercera etapa es la del uso de alimentos, donde debemos verificar la fecha de caducidad. Generalmente, el fabricante calcula que el producto puede usarse dentro de un plazo determinado para garantizar su seguridad y evitar el crecimiento bacteriano. Por lo tanto, no consuma alimentos caducados.
Para los alimentos encurtidos, se recomienda una acidez o salinidad superior al 5%, es decir, 5% de gramos de sal por cada 100 gramos de alimento. En un ambiente demasiado salado, las bacterias no pueden crecer.
No utilice alimentos cuando ya no tengan sabor natural o cambien de color u olor.
Además, cocinar los alimentos a 100 grados centígrados durante 10 a 15 minutos también limitará el envenenamiento por botulismo.
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