Japón advirtió que presentará una queja contra China ante la OMC para revertir la prohibición a las importaciones de mariscos, impuesta después de que Tokio descargara aguas residuales radiactivas.
El ministro de Asuntos Exteriores, Yoshimasa Hayashi, dijo hoy a los periodistas que Japón tomará las medidas necesarias de diversas maneras para protestar contra la prohibición de China a las importaciones de productos del mar, incluso en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Según el Ministro de Seguridad Económica, Sanae Takaichi, se podría presentar una queja ante la OMC si las protestas diplomáticas resultan ineficaces.
China impuso una prohibición a las importaciones de mariscos originarios de todas las prefecturas de Japón después de que Tokio comenzara a descargar 1,34 millones de toneladas de aguas residuales nucleares tratadas al mar el 24 de agosto. Esta agua se utilizó para enfriar los reactores de la central nuclear de Fukushima durante el doble desastre de terremoto y tsunami de marzo de 2011.
Tokio y el Organismo Internacional de Energía Atómica afirman que el plan de vertido de aguas residuales es seguro y que la concentración de tritio en estas no es perjudicial para los seres humanos. Sin embargo, esta medida ha encontrado una fuerte oposición por parte de China. Pekín argumenta que la prohibición de las importaciones de productos del mar tiene como objetivo "prevenir riesgos para la seguridad alimentaria, proteger la salud de los consumidores chinos y garantizar la seguridad de los alimentos importados".
Una mujer mira el menú en un restaurante japonés en Pekín, China, el 29 de agosto. Foto: AFP
El año pasado, Japón exportó productos del mar por valor de 87.100 millones de yenes (600 millones de dólares estadounidenses) a China, su principal socio comercial. Las exportaciones totales de Japón en 2022 alcanzaron casi 100 billones de yenes (más de 685.000 millones de dólares estadounidenses).
La declaración del funcionario japonés se produce en medio de un aumento de llamadas de acoso desde números de teléfono con el prefijo chino +86, dirigidas a empresas e instalaciones públicas. Numerosas personas se han puesto en contacto con agencias gubernamentales, empresas y escuelas de Japón para quejarse del vertido de aguas residuales de Fukushima.
La Policía Nacional de Japón declaró el 29 de agosto haber recibido 225 denuncias de llamadas de acoso. El gobierno está solicitando ayuda a las compañías de telecomunicaciones para bloquear estas llamadas.
"Es lamentable y preocupante que un gran número de llamadas de acoso puedan provenir de China", dijo el ministro de Comercio, Yasutoshi Nishimura, y agregó que el gobierno está recopilando información sobre el boicot a los productos japoneses en China y trabajará con los líderes empresariales para abordar la situación.
China aún no ha respondido a estos informes.
El 27 de agosto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón publicó un aviso en su sitio web instando a los ciudadanos japoneses en China a evitar hablar en japonés en voz alta y a ser conscientes de su entorno al visitar embajadas o consulados. También se recomendó a los ciudadanos japoneses en China que se mantuvieran alejados de las protestas contra el vertido de aguas residuales al mar por parte de Tokio y que se abstuvieran de fotografiar dichos eventos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores japonés también instó a Beijing a tomar medidas rápidas y apropiadas para garantizar la seguridad de los ciudadanos japoneses.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, dijo hoy que Pekín "siempre protege la seguridad, los derechos y los intereses legítimos de los extranjeros en China de conformidad con la ley".
Huyen Le (Según Reuters , AFP )
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