Evite desperdiciar recursos en la granja.
La región del delta del Mekong, la mayor zona productora de arroz, mariscos y frutas del país, se enfrenta a un gran desafío: la degradación del suelo. La agricultura intensiva y prolongada, con una fuerte dependencia de fertilizantes químicos y pesticidas, ha provocado el agotamiento y la compactación del suelo, bajos niveles de pH y un grave deterioro de los ecosistemas edáficos. En este contexto, la agricultura orgánica y circular no son solo tendencias, sino requisitos esenciales para garantizar el sustento a largo plazo de los agricultores y la seguridad alimentaria en la región del delta.

Los modelos de agricultura circular están en auge en el delta del Mekong. Foto: Le Hoang Vu.
Desde una perspectiva científica , el profesor asociado Dr. Nguyen Khoi Nghia, subdirector del Departamento de Ciencias del Suelo - Facultad de Agricultura (Universidad de Can Tho), cree que la esencia de la agricultura circular no es algo completamente nuevo, sino más bien una continuación y mejora de los modelos tradicionales utilizando ciencia y tecnología modernas.
Según el Dr. Nghia, los agricultores del delta del Mekong ya conocían modelos como el de huerto-estanque-ganado (VAC). Sin embargo, la agricultura circular actual va más allá de las simples combinaciones y es un sistema cerrado donde se aprovecha al máximo cada flujo de material y energía.
En un sistema agrícola circular, el factor más importante es garantizar que no se desperdicie ninguna fuente de energía, incluyendo productos primarios, subproductos y residuos. Cada componente puede transformarse para crear un nuevo valor superior al original.
El Dr. Nghia analizó que, desde la paja después de la cosecha, la cáscara de arroz, los tallos y hojas de las plantas, hasta el estiércol y la orina animal, todos son recursos valiosos si se recolectan, procesan y devuelven a la tierra adecuadamente. Cuando se comprenda la verdadera naturaleza de la economía circular, la explotación agrícola dejará de tener el concepto de "residuo", para convertirse en recursos sin explotar.

La paja de arroz en el delta del Mekong se recolecta y procesa para obtener fertilizante orgánico en lugar de quemarse, lo que contribuye a la mejora del suelo y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Foto: Le Hoang Vu.
Mejorar el suelo utilizando lo que producen los campos.
Al evaluar el impacto de los modelos circulares en los ecosistemas edáficos, el profesor asociado Dr. Nguyen Khoi Nghia destacó el papel fundamental de la materia orgánica y los microorganismos del suelo. La reutilización de subproductos agrícolas contribuye a la reposición del carbono orgánico, la base de la vida en el suelo.
Cuando la paja, el estiércol animal o los subproductos se compostan, se tratan biológicamente y luego se aplican nuevamente al suelo, no solo proporcionan nutrientes sino que también mejoran la estructura del suelo, aumentan la retención de agua y fertilizantes y crean un entorno favorable para que los microorganismos prosperen.
Los microorganismos nativos del suelo son el "ejército silencioso" que ayuda a transformar los nutrientes, fijar el nitrógeno, disolver el fósforo insoluble e inhibir los patógenos. Cuando se restaura el ecosistema del suelo, este se autorregula mejor, reduciendo la dependencia de fertilizantes y pesticidas químicos.
Según el profesor asociado Dr. Nguyen Khoi Nghia, uno de los beneficios más evidentes de la agricultura circular es que ayuda a los agricultores a reducir significativamente los costos de insumos. Al aprovechar los recursos fácilmente disponibles en la explotación agrícola, los agricultores ya no necesitan comprar tantos fertilizantes o pesticidas químicos como antes.
El Dr. Nghia analizó además que ya existen microorganismos benéficos en los campos donde los agricultores producen productos agrícolas. Estos pueden actuar como biofertilizantes, biopesticidas e incluso como agentes para el control de malezas y plagas.
Los productos agrícolas cultivados en suelos sanos no sólo reducen costos, sino que también tienen mayor calidad y niveles más equilibrados de micronutrientes, un factor que atrae cada vez más la atención de los mercados nacionales e internacionales.

La microbiota del suelo se restaura mediante la aplicación de fertilizantes orgánicos y preparados biológicos. Foto: Le Hoang Vu.
Según el Profesor Asociado Dr. Nguyen Khoi Nghia, un problema crucial, aunque poco conocido, en las prácticas agrícolas actuales es la deficiencia de micronutrientes en el suelo cultivado. El uso excesivo y prolongado de fertilizantes químicos provoca la lixiviación de muchos micronutrientes o dificulta su absorción.
La falta de micronutrientes en el suelo provocará deficiencias de micronutrientes en los productos agrícolas. Cuando los seres humanos consumen estos productos a largo plazo, su sistema inmunitario y su salud general se deterioran. Por lo tanto, la protección de la salud humana debe comenzar por la salud del suelo. La agricultura orgánica y circular, basada en un ecosistema edáfico diverso, es la solución fundamental para superar este problema.
Biotecnología: la clave para mejorar el suelo degradado y con bajo pH.
En el caso de los suelos degradados y con bajo pH del delta del Mekong, el profesor asociado Dr. Nguyen Khoi Nghia considera que la biotecnología y los microorganismos desempeñan un papel crucial en la mejora del suelo. El pH del suelo no es solo un simple indicador químico, sino un factor que rige la mayoría de los procesos bioquímicos del suelo.
Un pH bajo activa microorganismos dañinos y aumenta la disponibilidad de metales pesados, lo que representa un peligro para las plantas. Por el contrario, un pH adecuado crea condiciones favorables para el desarrollo de microorganismos beneficiosos.
El uso de preparaciones microbianas, fertilizantes bioorgánicos combinados con materiales de mejora del suelo como cal, biocarbón o subproductos tratados ayudará a aumentar el pH del suelo de forma sostenible sin afectar al ecosistema del suelo.

Al aprovechar los recursos disponibles en la finca, los agricultores pueden reducir significativamente los costos de producción. Foto: Le Hoang Vu.
Según el profesor asociado Dr. Nguyen Khoi Nghia, la agricultura circular no es un concepto lejano, sino un camino que el delta del Mekong está recorriendo y que debe seguir recorriendo con un enfoque más sistemático y científico. Cuando el suelo y las plantas están sanos y el ecosistema está equilibrado, los agricultores se benefician realmente a largo plazo. Esta es la base del desarrollo agrícola sostenible en el delta del Mekong, adaptándose al cambio climático y satisfaciendo las demandas del mercado.
A partir de pequeños granos de tierra, la agricultura orgánica y circular está abriendo una nueva forma de pensar que ayuda a los agricultores no solo a cultivar para cosechar productos, sino también a nutrir la tierra, la fuente de todo valor duradero para la región del Delta del Mekong.
Fuente: https://nongnghiepmoitruong.vn/nong-nghiep-huu-co-tuan-hoan-o-dbscl-khoi-nguon-tu-suc-khoe-dat-d789391.html






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