El 27 de enero, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció una nueva ley de inmigración junto con algunas pautas de implementación.
El presidente francés Macron anunció la nueva ley de inmigración el 27 de enero. |
El Consejo Constitucional francés ha criticado anteriormente varias adiciones controvertidas al proyecto de ley, que se introdujeron a petición de la derecha, incluidas medidas para restringir el acceso a la asistencia social e introducir cuotas de inmigración.
Según AFP , el presidente Macron ha pedido al ministro del Interior, Gerard Darmanin, que haga todo lo posible para implementar la ley de inmigración lo antes posible. Darmanin la calificó como una victoria para el gobierno francés. Anteriormente, Darmanin había declarado que algunas medidas de la ley eran claramente inconstitucionales.
El presidente del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, Jordan Bardella, criticó la decisión del Consejo Constitucional y afirmó que la única solución al problema de la inmigración es mediante un referéndum.
Previamente, el 21 de enero, decenas de miles de personas salieron a las calles en numerosas ciudades de Francia, exigiendo al presidente Emmanuel Macron que no firmara la nueva ley de inmigración. Según el Ministerio del Interior francés, 75.000 personas participaron en las marchas en todo el país.
De aprobarse, la nueva ley de inmigración afectará directamente a los trabajadores extranjeros en Francia. Según Le Monde (Francia), el proyecto de ley establece una clara distinción entre extranjeros empleados y desempleados, lo que afecta directamente a las prestaciones sociales que reciben. En concreto, para las prestaciones familiares, los inmigrantes desempleados tendrán que esperar 5 años para tener derecho a ellas, mientras que las personas empleadas solo tendrán que esperar 30 meses.
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