Los investigadores han descubierto que el cerebro humano reacciona fuertemente a las llamadas de los chimpancés.

(CLO) La forma en que el cerebro humano reacciona a las llamadas de los chimpancés sugiere que los sistemas de procesamiento del habla pueden haber evolucionado a partir de circuitos neuronales antiguos.

Un estudio innovador ha desafiado la noción mantenida durante décadas de que el “área temporal de la voz” (TVA) del cerebro humano está especializada exclusivamente en procesar el habla humana.

Fotografía ilustrativa de un chimpancé en Uganda. Foto: CC BY-SA 2.0

En cambio, esta investigación sugiere que estos antiguos circuitos neuronales podrían ser compartidos con otros primates, lo que refuerza los profundos orígenes evolutivos del reconocimiento del habla.

Durante décadas, los neurocientíficos han considerado los lóbulos temporales como un sistema especializado que ayuda a los humanos a reconocer e interpretar el habla. Sin embargo, el equipo de investigación de la UNIGE realizó un experimento para investigar si estas regiones reflejan un origen evolutivo más profundo.

Para aclarar esta cuestión, el equipo de investigación realizó un experimento con 23 participantes. Mientras estaban acostados en un escáner de resonancia magnética, escucharon un total de 72 sonidos, incluyendo 18 voces humanas, 18 llamadas de chimpancés, 18 llamadas de bonobos y 18 llamadas de macacos. Estos sonidos animales variaban ampliamente, desde gruñidos amistosos hasta gritos de alarma o amenaza.

Resultados inesperados

Contrariamente a las expectativas de que sólo las áreas familiares del cerebro se volverían altamente activas al escuchar voces humanas, las exploraciones de resonancia magnética revelaron algo sorprendente.

Al escuchar el llamado del chimpancé, el lóbulo temporal superior anterior se ilumina siguiendo un patrón muy similar a su reacción al escuchar el habla humana.

Mientras tanto, los cantos de los bonobos y los macacos no desencadenan esta respuesta neurológica específica.

Esta diferencia es especialmente notable porque los bonobos están genéticamente tan estrechamente relacionados con los humanos como los chimpancés.

Sin embargo, los bonobos suelen tener un tono más agudo y características similares a las de las aves, lo que los aleja del rango de sonidos que el sistema auditivo humano está "afinado" para procesar. En cambio, los chimpancés tienen un rango de frecuencias más cercano al del habla humana.

Para garantizar que esta activación cerebral no se debiera simplemente a características acústicas básicas como el tono o el volumen, el equipo de investigación desarrolló tres modelos que controlaban diferentes parámetros acústicos.

Los resultados fueron consistentes en los tres modelos: sólo los llamados de los chimpancés produjeron un aumento confiable en la actividad en la región anterior del TVA, incluso después de eliminar los seis elementos acústicos más distintivos.

Esto sugiere que las regiones vocales del lóbulo temporal humano están "programadas" para responder a sonidos similares al habla producidos por especies con aparatos vocales y características acústicas similares a las nuestras.

Una de las implicaciones más intrigantes de la investigación es que el cerebro humano moderno aún puede conservar antiguos mecanismos neuronales que fueron originalmente adaptados para reconocer los llamados de nuestros ancestros primates.

Las investigaciones sugieren que los circuitos neuronales que procesan el habla evolucionaron a partir de antiguas vías neuronales compartidas con otros primates, que posiblemente datan de millones de años antes de que surgiera el lenguaje.

Fuente: https://congluan.vn/phat-hien-nao-bo-con-nguoi-phan-ung-manh-voi-tieng-keu-cua-tinh-tinh-10322771.html