"Condeno enérgicamente los actos crueles y sin sentido cometidos por terroristas extranjeros. Los extremistas que emplean la violencia contra personas inocentes son enemigos de nuestra sociedad", declaró el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., el 3 de diciembre tras el atentado con bomba en una universidad de Marawi, ciudad del sur del país.
Según Reuters , al menos cuatro personas murieron y 50 resultaron heridas después de que una bomba explotara durante una misa católica matutina en un gimnasio universitario en Marawi.
Las autoridades están presentes en el lugar del ataque. (Foto: Reuters)
En una conferencia de prensa posterior al incidente, el ministro de Defensa filipino, Gilberto Teodoro, dijo que las fuerzas del orden trabajarían diligentemente para sacar a la luz a quienes están detrás de esta "actividad terrorista".
El Sr. Teodoro declaró que las autoridades han detectado indicios de "participación extranjera" en el atentado. Sin embargo, se negó a proporcionar más detalles para no interrumpir la investigación en curso.
Mientras tanto, en el lugar, el alto oficial policial Emmanuel Peralta informó que se incautaron fragmentos de un mortero calibre 16 milímetros.
El jefe del ejército filipino dijo que la explosión en Marawi, capital de la provincia de Lanao del Sur, ocurrió después de una serie de operaciones militares contra grupos locales que apoyan al Estado Islámico en el sur de Filipinas, incluido un incidente en Lanao del Sur que mató al líder del grupo Dawlah Islamiya-Maute.
Por ello, el comandante de las Fuerzas Armadas, Romeo Brawner, predijo que el atentado de la mañana del 3 de diciembre fue un acto de "represalia" del grupo extremista.
Oficiales de la policía de Peralta informaron que las comisarías de Mindanao y la región capitalina se encuentran en alerta máxima y que se han reforzado los controles policiales para prevenir nuevos incidentes. La guardia costera también ha ordenado a sus unidades que incrementen los controles previos a la salida en los puertos.
La Universidad Estatal de Mindanao está profundamente consternada y horrorizada por la violencia ocurrida durante una reunión religiosa. En su página de Facebook, la universidad compartió: "Condenamos enérgicamente este acto insensato y horroroso".
Esta universidad suspende clases hasta nuevo aviso.
Kong Anh (Fuente: Reuters)
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