Muchos ríos y arroyos de Alaska están adquiriendo un color naranja brillante y los científicos todavía están trabajando para encontrar la causa exacta del fenómeno.
El arroyo Tukpahlearik, en la cordillera Brooks, al suroeste de Alaska, se tiñe de naranja. Foto: Taylor Roades
En los últimos años, los científicos han observado que muchos ríos y arroyos adquieren un vibrante color naranja en el Ártico de Alaska. La decoloración del río Salmon, que atraviesa el Parque Nacional del Valle de Kobuk, es particularmente preocupante, según el Servicio de Parques Nacionales. Los datos muestran que el agua del río era prístina antes de 2019, pero ese verano, el río Salmon se tornó repentinamente naranja y verde.
Según Scientific American, lo mismo está sucediendo con los ríos y arroyos de la cordillera Brooks en Alaska y, potencialmente, en muchos otros lugares del Ártico. Patrick Sullivan, ecologista de la Universidad de Alaska Anchorage, y sus colegas creen que la causa se debe al cambio climático. Su investigación muestra que el Ártico se está calentando a un ritmo más rápido que el resto del mundo . El aumento de las temperaturas está provocando el descongelamiento del permafrost en los parques nacionales. Sin embargo, los investigadores aún no están seguros de cómo el descongelamiento del suelo hace que los ríos se vuelvan anaranjados. Algunos expertos sugieren que los ácidos de los minerales están filtrando el hierro del lecho rocoso. Cuando el sedimento entra en contacto con el agua y el aire que fluyen, se oxida y se vuelve anaranjado.
Otra hipótesis es que el deshielo del permafrost bajo el pantano permite que las bacterias transformen el hierro oxidado. Cuando el agua subterránea transporta el hierro transformado a un arroyo rico en oxígeno, se oxida de nuevo, tiñendo el agua del arroyo de color naranja.
Comprender las causas de este fenómeno es crucial para comprender mejor sus impactos ecológicos, incluyendo los riesgos para la fauna del río y las comunidades que dependen de esta fuente de agua. Muchos afluentes del río Wulik se han teñido de naranja, lo que podría afectar a Kivalina, una aldea de 444 habitantes que depende de la pesca y del agua potable del río.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) está realizando un estudio que investiga el color naranja de los ríos y arroyos en Alaska y su cambio de color. La investigación busca examinar diversas hipótesis sobre la causa del fenómeno y su relación con el calentamiento global y el deshielo del suelo. Los expertos del USGS también considerarán el impacto en la calidad del agua y los ecosistemas.
An Khang (según Newsweek )
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