Cordillera Cantábrica.
La Reserva de la Biosfera de Babia abarca el valle homónimo, al pie de la Cordillera Cantábrica, con una superficie aproximada de 38.107 hectáreas. Es una tierra de altas montañas y profundos barrancos, de áridos campos rocosos y ríos caudalosos. Numerosos montañeros profesionales acuden a Babia para conquistar cumbres escarpadas como Peña Ubiña (2.417 m), Peña Orniz (2.193 m), Montihuero (2.180 m)... Babia también ha sido elegida como el mejor lugar de España para observar fenómenos astronómicos.
No muy lejos de Babia se encuentra la Reserva de la Biosfera de Los Ancares Leoneses, situada en el extremo occidental de la Cordillera Cantábrica. La zona media de Los Ancares Leoneses cuenta con bosques milenarios de robles, acebos y tejos, rodeados de extensas praderas. Los lugareños se ganan la vida recogiendo castañas, criando ganado y, recientemente, gestionando casas rurales. Sus antepasados eran personas prehistóricas que vivían en cuevas, como el sistema de cuevas de la montaña Peña Piñera. Este lugar ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO gracias a sus numerosas pinturas murales que datan de la Edad del Bronce. Además, cabe mencionar el Conjunto Histórico del Pueblo de Piedra de Chano, construido a principios de la Edad del Hierro. Muchas casas y pozos de piedra de Chano aún resisten al viento y la lluvia a pesar del paso de más de 3.000 años.
La Reserva de la Biosfera de Los Valles de Omaña y Luna fue en su día una importante zona minera de carbón, pero hoy en día la industria minera local prácticamente ha desaparecido. Actualmente, en las 81.000 ha de la reserva, solo quedan 86 pequeños pueblos que se ganan la vida con la agricultura. Cuando la gente se marcha, la naturaleza se impone. La zona de bosques milenarios se expande cada año. Animales como el oso pardo cantábrico y el urogallo euroasiático, que en su día desaparecieron de Los Valles de Omaña y Luna, han regresado a su "antiguo hogar". Muchos turistas amantes del senderismo suelen pasar dos o tres días en los senderos que atraviesan el bosque de Los Valles de Omaña y Luna, tanto para saciar sus pies como para explorar la naturaleza de primera mano. En los meses de verano, también se practica la pesca del salmón, que remonta el río para desovar.
Fuente: https://hanoimoi.vn/thien-nhien-dac-sac-vung-castile-leon-679716.html
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