Disfrute de una deliciosa comida casera.
En la memoria de muchos vietnamitas, una comida casera no solo es fuente de plenitud, sino también una historia de cariño familiar y el sabor de la cosecha asociado al huerto. Hoy en día, el ritmo de vida moderno hace que la gente olvide fácilmente que la simplicidad y los nutritivos platos del huerto familiar se convierten en una medicina apacible para el cuerpo y el alma.
Cocina: de la necesidad a la cultura
La cocina vietnamita es diversa y rica en matices regionales. Pero lo que la hace única es la forma en que los vietnamitas saben aprovechar los productos de temporada y convertir ingredientes sencillos en platos deliciosos y nutritivos. La tendencia culinaria saludable actual es solo una sutil continuación de esa tradición: comer menos grasa, más verduras y priorizar alimentos frescos, naturales y nutricionalmente equilibrados.
Colores culinarios saludables.
En el contexto de la integración, las dietas internacionales como la limpia, la vegana, la basada en plantas y la cetogénica son cada vez más populares, pero, mirando hacia atrás, muchos platos vietnamitas de huertos familiares tienen inherentemente un espíritu macrobiótico: centella asiática, flor de banano, espinaca de agua, mango, cúrcuma, agua de coco... son todos ingredientes comunes que nuestros abuelos consideraban medicinas preciosas en la vida diaria.
Flor de plátano: un ingrediente común que nuestros abuelos consideraban una medicina preciosa en la vida diaria.
Historias del huerto familiar
Una tarde de verano, la bandeja de comida que mi madre puso sobre la mesa contenía un plato de flores de plátano fritas: flores de plátano tiernas cortadas en trozos pequeños, remojadas en jugo de limón con sal para conservar su color blanco y rebozadas en harina crujiente. Su sabor ligeramente astringente, crujiente y delicioso, es bueno para el corazón, la digestión y alivia el estrés.
Flores de plátano fritas crujientes.
Junto a ella, una ensalada de centella asiática, verde y mezclada con zanahoria rallada y cebolla frita aromática. Esta sencilla ensalada contiene un tesoro de propiedades medicinales: refrescante, desintoxicante, mejora la circulación sanguínea, embellece la piel y alivia el estrés.
Goi rau ma - ensalada sencilla.
En días calurosos, un plato de ensalada de espinacas de agua agrias con cacahuetes tostados le da un toque más interesante a la comida. La espinaca de agua no solo es un plato, sino también una medicina popular para tratar resfriados, artritis y facilitar la digestión.
Ensalada de espinacas de agua para los días calurosos.
A una comida campestre no le pueden faltar los colores frescos. Una ensalada de mango dorado y aguacate, mezclada con tomates, hierbas y miel, no solo es deliciosa, sino que también aporta vitaminas y fibra, facilita la digestión, embellece la piel y aumenta la resistencia.
Ensalada de mango dorado y aguacate.
El plato también incluye camarones y champiñones salteados, una carne dulce y firme, servidos con arroz integral frito con cúrcuma hasta dorarse. El aroma de la cúrcuma tiene un ligero toque herbal, y el sabor del arroz, combinado con brotes, aguacate fresco y col morada encurtida, crea un delicado equilibrio. La cúrcuma, una especia muy conocida, ha sido científicamente probada como un "superalimento" que combate la inflamación, facilita la digestión y fortalece el sistema inmunitario.
Arroz integral frito con cúrcuma hasta que esté dorado.
Y cuando la comida termina con un tazón de sopa dulce de coco y aguacate de Hoi An, la dulzura del arroz con coco se mezcla con la riqueza del aguacate, el leve aroma de las hojas de pandan... las papilas gustativas quedan satisfechas y el corazón se siente ligero y relajado.
Té de mantequilla de coco con un sabor ligero y relajante.
Lo mejor es que estos platos no requieren ingredientes lujosos. Todos provienen de huertos familiares, según la temporada, siguiendo un estilo de vida que valora los productos locales. Nutren el cuerpo y son medicina para sanar el espíritu, fieles a los criterios del turismo de salud actual: volver a la naturaleza, a lo sencillo, a vivir con calma y salud.
Todos proceden de huertos familiares, según la temporada, siguiendo un estilo de vida que valora los productos locales.
La cocina vietnamita no solo es atractiva por su sabor, sino también una historia sobre la tierra, los cultivos y las hábiles manos de las mujeres vietnamitas. Estos platos, sencillos pero no comunes, son el hilo que conecta recuerdos y cultura, a la vez que aportan la cocina vietnamita al mundo con su propia identidad macrobiótica.
Fuente: https://vtv.vn/thu-vi-mon-an-thuc-duong-tu-vuon-nha-100251016152334873.htm
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