“Unidos por la Tierra: Nuestro Patrimonio. Nuestro Futuro” es el lema elegido por las Naciones Unidas con motivo del 30.º aniversario del Día Internacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (17 de junio de 1994 - 17 de junio de 2024) para destacar la especial importancia de la acción colectiva para conservar los recursos terrestres.
Desafío urgente
La desertificación, la degradación de las tierras y la sequía se encuentran entre los desafíos ambientales más acuciantes de nuestro tiempo. Según las últimas cifras de las Naciones Unidas, cada segundo se pierde el equivalente a cuatro campos de fútbol de tierra sana debido a la degradación, y cada año se degradan 100 millones de hectáreas de tierra.
Hasta el 40 % de las tierras del mundo se han degradado, lo que afecta a casi la mitad de la humanidad. Sin embargo, hay soluciones sobre la mesa. Es hora de unirnos por la tierra y concienciar sobre la situación mundial de pérdida y degradación de las tierras, declaró Ibrahim Thiaw, Secretario Ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).
El crecimiento demográfico y los patrones insostenibles de producción y consumo están incrementando la demanda de recursos naturales, ejerciendo una presión excesiva sobre la tierra y provocando su degradación. La desertificación y la sequía impulsan la migración forzada, poniendo a decenas de millones de personas en riesgo de desplazamiento cada año. El cambio climático está agravando estos problemas, planteando importantes desafíos para la gestión sostenible de la tierra y la agricultura , y socavando la resiliencia de los ecosistemas.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), esta recesión afecta a 3.200 millones de personas en todo el mundo, especialmente a las comunidades rurales y a los pequeños agricultores que dependen de la tierra para su sustento, lo que provoca un aumento del hambre, la pobreza, el desempleo y la migración forzada.
Gestión Sostenible
Para detener y revertir estas tendencias alarmantes y cumplir con los compromisos mundiales de restaurar 1.000 millones de hectáreas de tierras degradadas para 2030, es necesario crear empleos para la población rural, ayudar a los jóvenes a acceder a oportunidades de econegocios y ampliar los métodos más avanzados.
De los 8.000 millones de habitantes del mundo, más de mil millones de jóvenes menores de 25 años viven en países en desarrollo, especialmente en zonas que dependen directamente de la tierra y los recursos naturales para su sustento.
Por esta razón, el tema elegido este año se centra en movilizar a todos los sectores de la sociedad para apoyar la gestión sostenible de la tierra, trabajando juntos para garantizar que las generaciones futuras tengan acceso a recursos naturales vitales. La gestión sostenible de la tierra y el agua es esencial para aumentar la producción de alimentos, conservar los ecosistemas, mejorar la calidad del suelo y el agua, y aumentar la resiliencia de las comunidades rurales ante fenómenos meteorológicos extremos.
Según la FAO, los esfuerzos para restaurar y mejorar la resiliencia de los ecosistemas deben priorizar a las mujeres y los jóvenes, quienes desempeñan un papel fundamental en la protección de la salud del suelo y se ven desproporcionadamente afectados por su degradación. Este principio también garantiza que la restauración del suelo se base en la ciencia y esté centrada en las personas, contribuyendo así a un mundo sin degradación de la tierra para las generaciones presentes y futuras.
HAPPY CHI sintetizado
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Fuente: https://www.sggp.org.vn/vi-mot-the-gioi-khong-suy-thoai-dat-post744910.html
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