En un mundo en constante cambio, la Generación Z y los Millennials se enfrentan a una dura realidad: el camino hacia la acumulación de riqueza que tomaron las generaciones anteriores, basado en la estabilidad laboral y los precios de la vivienda, ya no parece estar abierto. El sistema parece estar en su contra.
David McWilliams, economista y exbanquero central estadounidense, lo califica sin rodeos de "sistema amañado" que perjudica a los jóvenes que empiezan sin patrimonio heredado. Sin embargo, insiste en que el sistema aún puede "desencajarse".
Y, paradójicamente, el mayor error que cometen los jóvenes al intentar “descodificarlo” proviene del miedo mismo.
La paradoja de la seguridad
Según una encuesta reciente de Bankrate, el 29% de la Generación Z y el 24% de los millennials manifestaron desconfianza ante el mercado de valores debido a su complejidad y riesgo. Optaron por mantener su dinero en efectivo o ahorros, creyendo que era una forma segura de preservar el capital.
Pero Josh Brown, director ejecutivo de Ritholtz Wealth Management, lo llama “el mayor error”.
“Cuando eres joven, si eres más reacio al riesgo que a las oportunidades, es un error”, dice Brown. “Tienes que generar riqueza antes de pensar en preservarla”.
Ir a lo seguro guardando efectivo es una ilusión peligrosa. La inflación, el enemigo silencioso, erosionará el valor de tu dinero día a día. Sentirte seguro hoy te costará la ruina financiera mañana.

La Generación Z está entrando en un nuevo juego financiero donde la "fórmula del éxito" de la generación anterior ya no funciona (Foto: Getty).
El tiempo: el arma definitiva y la historia del 12%
La razón por la que los expertos financieros instan a los jóvenes a tomar riesgos es debido a una ventaja que el dinero no puede comprar: el tiempo.
Quienes tienen entre 20 y 30 años tienen décadas para que el poder de la capitalización compuesta actúe y suavice las fluctuaciones del mercado a corto plazo. "Cuando eres joven, tienes algo con lo que todo inversor profesional sueña: tiempo", afirma Brown.
Los datos históricos son innegables. Según las estadísticas del profesor Aswath Damodaran (Universidad de Nueva York), entre 1928 y 2024, el índice S&P 500 (que representa las acciones estadounidenses más importantes) generó una rentabilidad media cercana al 12 % anual. Mientras tanto, los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años solo alcanzaron alrededor del 5 % anual.
Una diferencia de unos pocos puntos porcentuales puede parecer pequeña, pero con el poder de la capitalización a lo largo de 30-40 años, crea una enorme brecha de riqueza. Invertir en acciones, si bien es arriesgado a corto plazo, es en realidad la forma más segura de reducir el riesgo y no empobrecerse a largo plazo.
Entonces, ¿cómo deberían empezar los jóvenes? La respuesta no es intentar "agarrar el fondo, adivinar el techo" ni buscar acciones que "te cambien la vida" de la noche a la mañana.
"Utilice fondos indexados", aconseja Brown. Estos fondos replican todo el mercado, ofreciendo diversificación instantánea y minimizando el riesgo de caída de acciones individuales. Los ETF como Vanguard Total World Stock, que invierten en acciones globales, se consideran una opción única, especialmente efectiva para principiantes.
5 mentalidades financieras agudas para descifrar el juego
Pero las herramientas de inversión son solo una parte de la ecuación. Para triunfar de verdad, la Generación Z necesita una mentalidad financiera aguda. David McWilliams ha esbozado cinco reglas fundamentales:
Obsesionado con el "flujo de caja", no con la historia
La primera regla es aprender a invertir correctamente. No busques acciones que solo tengan una buena historia y prometan un futuro brillante. "Encuentra empresas que generen ganancias reales, porque las ganancias son la clave", dice McWilliams. Tu dinero debería generar más ganancias.
Entendiendo las tasas de interés: la gravedad de las finanzas
McWilliams llama a las tasas de interés "el precio del dinero". Todo en la economía gira en torno a ellas. "Si no las entiendes, te aplastarán", advierte. Un pequeño cambio en las tasas de interés de los bancos centrales puede tener un gran impacto en los precios de los activos, desde los bienes raíces hasta las acciones. Entiéndelas y comprenderás el flujo de toda la economía.
Sepa cuándo tiene suerte
El éxito en las inversiones siempre implica un factor de suerte. «Uno de los mayores errores es dejarse llevar por el propio éxito», afirma McWilliams. Reconocer cuándo tus triunfos se deben a la suerte te ayudará a evitar la arrogancia, que puede llevarte a subestimar el riesgo y a tomar decisiones desastrosas posteriormente.
Distinguir entre «mala suerte» y «estupidez»
No culpes al destino por cada pérdida. Siempre hay un elemento de aleatoriedad en el mercado que escapa a tu control: la mala suerte. «Pero muchas veces tomamos malas decisiones», dice McWilliams con franqueza. Sé honesto contigo mismo, analiza tus errores para no repetirlos. Esa es la única manera de crecer.
Profundiza, no te disperses: En un mundo de información saturada, la regla final es concentrarse. "Elige un área, conócela bien y sé excelente en ella. Olvídate del resto", aconseja McWilliams. En lugar de intentar saberlo todo superficialmente, una comprensión profunda te dará la calma y la confianza para tomar las decisiones correctas incluso en momentos de turbulencia en el mercado.
El juego financiero nunca ha sido fácil, especialmente para la generación más joven. Pero al superar el miedo a los riesgos a corto plazo, aprovechar la ventaja definitiva del tiempo, combinar herramientas de inversión inteligentes y una mentalidad aguda, la Generación Z es plenamente capaz no solo de sobrevivir, sino también de ganar y reescribir las reglas del juego para su propio futuro financiero.
Fuente: https://dantri.com.vn/kinh-doanh/vi-sao-chuyen-gia-khuyen-gen-z-tu-bo-tien-mat-de-hoc-cach-mua-thoi-gian-20251011073149512.htm
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