Las aguas oceánicas profundas de la Antártida se están calentando y reduciendo, con consecuencias potencialmente importantes para el clima y los ecosistemas oceánicos profundos.
Fiordo Larsen en el mar de Weddell, Antártida. Foto: Sergio Pitamitz//VWPics/AP
El "Agua del Fondo Antártico" (la masa de agua del Océano Austral que rodea la Antártida) es la más fría y salada del planeta. Desempeña un papel fundamental en la capacidad del océano para absorber el exceso de calor y la contaminación por carbono. También contribuye a la circulación de nutrientes a través del océano.
En el mar de Weddell, a lo largo de la costa norte de la Antártida, este vital cuerpo de agua está disminuyendo debido a cambios a largo plazo en los vientos y el hielo marino, según una investigación publicada por el British Antarctic Survey (BAS) el 12 de junio.
Utilizando décadas de datos recopilados por barcos y satélites, el equipo de científicos estimó el volumen, la temperatura y la salinidad de las aguas profundas de la Antártida. Descubrieron que el volumen de estas aguas gélidas se había reducido en más de un 20 % en las últimas tres décadas. También descubrieron que las aguas a más de 2000 metros de profundidad (6600 pies) se estaban calentando cuatro veces más rápido que el resto de los océanos del mundo.
El nuevo estudio sugiere que la disminución de las aguas profundas se debe a cambios en la formación del hielo marino a medida que los vientos se debilitan. Los vientos fuertes tienden a alejar el hielo de la plataforma, dejando zonas de agua abiertas donde puede formarse más hielo. La disminución de los vientos implica que estas brechas se reducen, lo que ralentiza la formación de hielo marino.
El nuevo hielo marino es crucial para la formación del agua extremadamente fría y salada del mar de Weddell. Al congelarse, la sal se expulsa y, al ser más densa, se hunde hasta el fondo del océano.
Los cambios en estas aguas profundas podrían tener consecuencias importantes. Son parte esencial de la circulación oceánica global, transportando el carbono antropogénico a aguas profundas, donde permanece "bloqueado" durante siglos, según Alessandro Silvano, de la Universidad de Southampton, coautor del estudio.
Si este ciclo se debilita, las profundidades marinas podrían absorber menos carbono, lo que limitaría la capacidad del océano para reducir el calentamiento global. Los océanos han absorbido más del 90 % del exceso de calor del mundo desde la década de 1970 y casi un tercio de la contaminación de carbono causada por el hombre.
Las aguas frías y densas también desempeñan un papel fundamental en la oxigenación de las profundidades marinas. «Aún desconocemos cómo y si los ecosistemas de aguas profundas pueden adaptarse a niveles más bajos de oxígeno», añadió Silvano.
Thu Thao (según CNN )
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