Mantener una buena salud a través de hábitos de vida, dieta, ejercicio, control de la respiración y regulación emocional puede ayudar a estimular la inmunidad y nutrir la energía vital.
Según la medicina tradicional, la preservación de la salud es una combinación armoniosa de cuatro aspectos: estilo de vida, dieta, actitud mental y ejercicio. Un aspecto importante de los principios de la preservación de la salud es adaptarse al yin y al yang de las cuatro estaciones para prevenir enfermedades.
El 28 de junio, la Dra. Bui Thi Yen Nhi, del Hospital Universitario de Medicina y Farmacia de Ciudad Ho Chi Minh, Sección 3, declaró que, a mediados del verano, las temperaturas suben, tornándose calurosas y húmedas, con frecuentes lluvias torrenciales. Este clima inestable propicia fácilmente enfermedades estacionales como el dengue, la malaria, la insolación y la gripe.
Mientras tanto, según la Medicina Tradicional China, el verano es una época de prosperidad, cuando las plantas florecen y todo florece. El cuerpo humano necesita armonizar con la energía del cielo y la tierra, y necesita nutrición y fortalecimiento para que la energía vital pueda prosperar y florecer.
El pediatra sugiere los siguientes métodos para promover la salud y ayudar a reforzar la inmunidad y combatir enfermedades.
Estilo de vida
En verano, conviene acostarse tarde y despertarse temprano para adaptarse a la energía yang cambiante de los días largos y las noches cortas. Acostarse tarde se basa en antiguas creencias sobre el tiempo, pero no significa trasnochar; lo mejor es acostarse antes de las 23:00. Se recomienda descansar al mediodía entre las 11:00 y la 13:00, idealmente de 20 a 30 minutos para recuperar energías. Las personas mayores y las personas débiles deben acostarse y despertarse temprano, procurando dormir 7 horas completas al día.
Además, el calor hace que uno sea más propenso a resfriados, escalofríos y humedad, por lo que es mejor no usar un humidificador mientras duerme. De igual manera, al usar el aire acondicionado, evite una gran diferencia de temperatura entre el interior y el exterior (no más de 6-8 grados Celsius). Tampoco ajuste la temperatura por debajo de los 25 grados Celsius.
Tomar un baño caliente a diario también es una forma de mejorar la salud. Esto no solo elimina el sudor y la suciedad, manteniendo la piel limpia, fresca y revitalizada, sino que también mejora la circulación y la nutrición de la piel y los tejidos; reduce la tensión muscular, alivia la fatiga, mejora el sueño y fortalece el sistema inmunitario.
Comer y beber
Una dieta equilibrada siempre es clave para una buena salud. En verano, el calor es mayor y el cuerpo suda más, por lo que consumir más alimentos ácidos puede ayudar a reducir esta tendencia.
Para las personas con deficiencia de yang (constitución fría), es recomendable consumir alimentos cálidos (yang) en verano, como carne de res, cordero y jengibre seco, para promover la energía yang y mejorar eficazmente los síntomas de la deficiencia. Además, se recomienda consumir alimentos ligeros y suaves, evitar alimentos excesivamente grasos o dulces y consumir abundantes verduras jugosas.
Aunque el verano aporta abundante energía yang externa, la energía yin se esconde en el cuerpo. Por lo tanto, no anheles el frescor ni siquiera en climas cálidos, y no comas en exceso ni siquiera deliciosos melones. Si no conservas tu energía yang en verano, serás propenso a enfermar en invierno. Por lo tanto, se debe evitar el consumo de alimentos fríos como helados y bebidas con hielo.
Las prácticas tradicionales de salud desaconsejan el consumo excesivo de alimentos crudos o fríos, ya que esto puede dañar el bazo y el estómago, debilitando la energía vital del cuerpo y provocando síntomas como diarrea, dolor abdominal, náuseas y pérdida de apetito. Algunas papillas y sopas nutritivas adecuadas para el verano incluyen las gachas de hojas de loto, las gachas de cebada y frijol mungo, y la sopa de pato y melón de invierno. Además, las dietas de verano deben priorizar los alimentos ligeros y suaves para evitar que el calor excesivo suba a la parte superior del cuerpo.
Practica ejercicio físico y deporte.
Se recomienda hacer ejercicio temprano por la mañana o al anochecer, cuando el clima es más fresco, en lugares con aire fresco como ríos, lagos, parques y espacios abiertos. Si es posible, pueden ir al bosque o a la costa para hacer ejercicio. Ejercicios como caminar, trotar y el taichí son beneficiosos. Evite el esfuerzo excesivo, ya que puede causar deshidratación, reducir los líquidos corporales y perjudicar la energía vital.
Durante el ejercicio, si sudas mucho, puedes beber agua hervida con un poco de sal o agua de frijol mungo con sal; no debes beber demasiada agua después de hacer ejercicio y ciertamente no debes verter agua fría en tu cabeza ni ducharte inmediatamente.
Regula tu respiración y tus emociones.
Las altas temperaturas pueden causar irritabilidad y cansancio, por lo que la salud mental es fundamental. Debemos mantener una actitud positiva y tratar de minimizar el enojo tanto como sea posible.
"Es importante mantener un estado mental relajado y equilibrado, evitando la ansiedad, la tristeza y el estrés, que pueden agravar las dolencias físicas", afirmó el Dr. Nhi, añadiendo que una actitud tranquila y optimista permite que la energía del cuerpo fluya libremente.
Además, las altas temperaturas y el calor sofocante suelen provocar pérdida de apetito y dificultad para dormir, lo que provoca mareos, dolores de cabeza, fatiga e incluso náuseas y vómitos. Por lo tanto, para superar el solsticio de verano, las prácticas de salud también requieren la preparación de remedios para prevenir la insolación. Estos remedios incluyen madreselva, crisantemo, hojas de loto y pachulí, que pueden prepararse en infusión para beber a lo largo del día o en decocción.
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