El hígado, uno de los órganos más importantes del cuerpo, ayuda a desintoxicar, metabolizar nutrientes y mantener la salud general. Sin embargo, factores como la mala alimentación, el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol pueden sobrecargar el hígado, provocando diversos problemas de salud.
Para cuidar un hígado sano, además de depurar tu alimentación y poner en tu plato alimentos sanos, nutritivos y equilibrados, también debes asegurarte de alejarte de malos hábitos como fumar y beber demasiado alcohol, y hacer ejercicio a diario.
A continuación se presentan algunos ejercicios sencillos que se pueden realizar fácilmente todos los días para ayudar a mantener el hígado sano:
1. Ejercicio: caminar a paso ligero 30 minutos al día
Estudios recientes han demostrado que la actividad física regular, como caminar, puede tener beneficios significativos para la salud del hígado.
Caminar mejora la función hepática y ayuda a controlar el peso, todo lo cual contribuye a un hígado más sano.
Caminar mejora la función del hígado.
Caminar a paso ligero estimula la circulación sanguínea y promueve la circulación linfática, lo que ayuda al hígado a eliminar toxinas con mayor eficacia. Caminar con regularidad también reduce la acumulación de grasa en el hígado, lo que ayuda a reducir el riesgo de padecer hígado graso.
Un estudio de la Facultad de Medicina de Penn State descubrió que solo 22 minutos de caminata rápida al día pueden prevenir la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD).
2. Practica yoga 20-30 minutos al día
El yoga es una forma holística de ejercicio que nutre tanto el cuerpo como la mente. Beneficios Sus beneficios van más allá de la flexibilidad y la reducción del estrés y se extienden a las funciones fisiológicas, incluida la salud del hígado.
A través de ejercicios de yoga suaves pero potentes, se puede apoyar y mejorar la función hepática, promoviendo la salud general.
Ciertas posturas de yoga, como la postura del niño, la postura del perro boca abajo y la postura del arado… pueden aumentar el flujo sanguíneo al hígado, promover la desintoxicación y reducir el estrés.
Ciertas posturas de yoga (postura del niño) pueden aumentar el flujo sanguíneo al hígado.
3. Nadar 20-30 minutos al día, dos veces por semana.
La natación estimula la circulación linfática, mejora la salud cardiovascular y reduce la inflamación. Todo esto beneficia la función hepática.
La natación es beneficiosa para la función hepática.
4. Pedalea durante 20-30 minutos, dos veces por semana.
El ciclismo ayuda a mejorar la salud cardiovascular, mejorar la sensibilidad a la insulina, aumentar el flujo sanguíneo al hígado, promover la descomposición de la grasa en el hígado y reducir los factores de riesgo de la enfermedad del hígado graso.
El ciclismo reduce los factores de riesgo de la enfermedad del hígado graso.
6. Pilates 20-30 minutos/día, dos veces por semana
Pilates es una forma de ejercicio suave pero efectiva que se centra en la flexibilidad, la fuerza y la respiración controlada, ayudando a mejorar la fuerza central, mejorar la postura y aumentar la circulación linfática.
El hígado es el centro de la filtración sanguínea. Una mejor circulación sanguínea mejora directamente la función hepática. El pilates puede ayudar a reducir el estrés, lo cual tiene un efecto positivo en la salud hepática.
Pilates puede tener un impacto positivo en la salud del hígado.
7. Estírate y respira profundamente durante 10 a 15 minutos todos los días.
Los ejercicios regulares de estiramiento y respiración profunda ayudan a reducir el estrés, promover la relajación y mejorar la circulación linfática, todo lo cual beneficia la función hepática.
Las técnicas de respiración profunda oxigenan la sangre y mejoran la circulación, favoreciendo así la función hepática. La naturaleza rítmica de la respiración también calma el sistema nervioso, reduce el estrés y promueve la salud general.
8. Entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) 15-20 minutos/día, dos veces por semana
Las personas con enfermedad del hígado graso pueden mejorar su función cardíaca y la salud del hígado a través del entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT), según una investigación de la Universidad Flinders y la Universidad de Queensland.
Los entrenamientos HIIT aceleran el metabolismo, mejoran la sensibilidad a la insulina y mejoran la función hepática. Algunos ejemplos son los burpees, las sentadillas con salto y los escaladores de montaña...
Dr. Tang Minh Hoa
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/8-bai-tap-don-gian-giup-cai-thien-chuc-nang-gan-172240925142813535.htm
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