El Hospital 108 informó que había ingresado a un paciente masculino de 38 años con múltiples traumatismos, en estado crítico tras un accidente de tránsito. Antes del accidente, el paciente estuvo 20 días en un hospital de menor categoría con diagnóstico de rotura hepática de grado III, lesión renal, perforación del intestino delgado y perforación del colon.
El Hospital 108 atendió con éxito a un paciente masculino de 38 años con múltiples traumatismos tras un accidente de tráfico, que requirió una traqueotomía. Foto ilustrativa.
Posteriormente, este paciente masculino fue dado de alta con una cánula de traqueotomía (MKQ). La incisión abdominal, de más de 20 cm de longitud, estaba roja y supuraba constantemente, y presentaba numerosas deposiciones blandas a través del ano artificial. El paciente pasó la mayor parte del tiempo en cama.
Al segundo día de egreso hospitalario el paciente se encontraba más cansado, la colostomía producía mucha sangre negra y luego vomitaba sangre por lo que fue trasladado al Servicio de Urgencias de Gastroenterología del Hospital Militar Central 108 en estado de lentitud al interrogatorio, pulso rápido, dificultad para respirar y tubo de traqueotomía semiobstruido con mucha flema.
El paciente se sometió a una gastroscopia de urgencia, donde se detectó una úlcera sangrante en el antro. El equipo colocó una pinza para detener la hemorragia, la cual se controló rápidamente inmediatamente después de la intervención endoscópica. Sin embargo, la obstrucción por flema seguía siendo muy grave a pesar de la limpieza y aspiración frecuentes del esputo. El paciente presentaba constantemente cefalea, pulso acelerado, hipertensión arterial, dificultad para respirar y depresión psicológica, y no cooperaba con el tratamiento.
Tras examinar y diagnosticar la situación, los médicos se propusieron no solo detener la hemorragia, sino también que el paciente respirara por la nariz y comiera por la boca como una persona normal. Gracias al esfuerzo del equipo médico y de enfermeras, al tercer día, el paciente pudo sentarse y practicar la respiración y la toma de leche en la cama, y su estado de ánimo mejoró.
Al séptimo día, se le retiró la sonda de Siley, y pudo realizar sus actividades personales y conversar con su familia. Al noveno día, recibió el alta hospitalaria, caminando con normalidad y con buen ánimo, y expresó su sincero agradecimiento al personal del departamento.
Abrir la tráquea y respirar a través de una cánula de traqueotomía conlleva un riesgo muy alto de infección y neumonía a través de ella. Si no se implementa una estrategia de atención, el paciente seguirá respirando a través de la cánula de traqueotomía.
El viaje de 7 días, desde una persona acostada en cama casi todo el tiempo, necesitando apoyo para comer y respirar, hasta sentarse para respirar a través de un nuevo tubo de traqueotomía, y finalmente poder respirar por la nariz y caminar y salir del hospital, fue en gran parte gracias a la ayuda dedicada e integral del equipo de médicos, enfermeras del departamento y la familia del paciente.
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Fuente: https://www.baogiaothong.vn/cap-cuu-thanh-cong-cho-nguoi-dan-ong-nguy-kich-do-tngt-192241216112940575.htm
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