El 9 de enero, Dave Calhoun, director ejecutivo del fabricante de aviones estadounidense Boeing, comentó sobre la explosión de un panel de control en un avión de pasajeros Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines la semana pasada.
Según Reuters, Calhoun reconoció que el fabricante de aeronaves había cometido un error y se comprometió a trabajar con los reguladores para garantizar que "nunca vuelva a suceder".
Esta declaración marca la primera admisión pública de error por parte de Boeing desde el incidente del 5 de enero, que resultó en la perforación de un agujero en el fuselaje de un Boeing 737 MAX 9.
Dave Calhoun hablando en la planta de Everett en el estado de Washington en enero de 2023.
Alaska Airlines y United Airlines, dos aerolíneas estadounidenses que utilizan este tipo de aeronaves, encontraron posteriormente piezas sueltas en aviones similares. Esto generó preocupación por la posibilidad de que incidentes similares se repitan.
En una reunión privada, los ejecutivos de Boeing informaron a los empleados que el descubrimiento de pernos sueltos en la aeronave se estaba tratando como un "problema de control de calidad". Boeing y su proveedor, Spirit Aerosystems (EE. UU.), están realizando inspecciones.
Según fuentes bien informadas, Boeing ha dado instrucciones a sus fábricas y proveedores para que se aseguren de que se aborden estos problemas y realicen controles más exhaustivos de los sistemas y procesos.
El Sr. Calhoun también dijo a los empleados de Boeing que la compañía "garantizará que cada próximo avión que vuele sea verdaderamente seguro".
Elogió a la tripulación de Alaska Airlines por el rápido aterrizaje del 737 MAX 9 y por mantener a todos a bordo a salvo.
Según Bloomberg, Boeing se ha enfrentado a numerosos problemas de producción desde que la flota 737 MAX quedó completamente en tierra durante 20 meses, a partir de marzo de 2019. Esta decisión se tomó después de varios accidentes en 2018 y 2019 que mataron a casi 350 personas.
Reuters, citando datos y fuentes de la industria dentro de Boeing, informó que la compañía cumplió con sus objetivos de entrega para 2023. Sin embargo, Boeing se mantiene detrás de su rival Airbus (Francia) por quinto año consecutivo.
Boeing ha entregado 528 aviones, mientras que, según fuentes, Airbus anunciará la entrega de 735 en 2023 a finales de esta semana. Boeing ha realizado 1.314 nuevos pedidos, un aumento del 70 %. Sin embargo, la compañía se enfrenta a un calendario de producción ajustado.
Anteriormente, Boeing se había esforzado por agilizar el proceso de pruebas para obtener la certificación de sus productos. Sin embargo, tras el incidente del 5 de enero, este proceso enfrentará mayores dificultades.
Según fuentes, el jefe de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), Mike Whitaker, testificará ante el Congreso el próximo mes y podría enfrentar preguntas sobre la aprobación del avión 737 MAX.
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