El 13 de junio, el Dr. Nguyen Manh Hung, jefe del Departamento de Neurocirugía y Neurocirugía Endovascular, informó que el paciente ingresó en coma. El Servicio de Urgencias del Hospital FV realizó pruebas urgentes para evaluar las lesiones del paciente. Los resultados mostraron que presentaba múltiples traumatismos craneoencefálicos. Entre las lesiones se encontraban hemorragia intracraneal, compresión cerebral, hematomas que protruían de las órbitas oculares y fractura de mandíbula.
Tras una consulta multihospitalaria con seis especialidades, los médicos determinaron que el estado del paciente era extremadamente crítico. Necesitaba una cirugía cerebral primero para salvarle la vida, y las demás lesiones serían tratadas posteriormente.
La tomografía computarizada de haz cónico 3D muestra huesos faciales fracturados
"El paciente sufrió un traumatismo craneoencefálico grave y un hematoma subdural. Si la cirugía se retrasa, puede causar una hernia cerebral que puede causar la muerte. Si se salva, existe el riesgo de parálisis y secuelas neurológicas", explicó el Dr. Nguyen Manh Hung.
Tras la anestesia y la reanimación, la cirugía duró 3 horas. El Dr. Hung y su equipo extirparon todo el hematoma que presionaba el cerebro, detuvieron la hemorragia causada por la arteria meníngea seccionada debido a la fractura de cráneo y detuvieron la hemorragia bajo la duramadre. Posteriormente, el médico reorganizó todo el cráneo roto para que el paciente tuviera un cráneo completo.
Al día siguiente, el paciente estaba despierto y no necesitó ventilación mecánica. En ese momento, especialistas en odontología, cirugía maxilofacial, oftalmología y cirugía refractiva consultaron para elaborar un plan de tratamiento para la fractura de mandíbula y la fractura de la cuenca ocular.
El paciente se recupera después del tratamiento.
Dos semanas después de la primera cirugía, el paciente se sometió a una cirugía de reconstrucción del suelo orbitario, realineando los huesos fracturados. La cirugía duró seis horas y la mandíbula del paciente quedó bien fijada.
Después de la cirugía maxilofacial, los pacientes continúan siendo monitoreados en la unidad de cuidados intensivos para que los médicos puedan tratar la neumonía, la insuficiencia respiratoria postoperatoria, equilibrar los trastornos cardiovasculares, los trastornos electrolíticos, mejorar la nutrición y prevenir las úlceras por presión...
El paciente ahora se ha recuperado positivamente y acaba de ser dado de alta del hospital y regresó a casa.
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