A una altitud de 36.000 kilómetros sobre la Tierra, muchos satélites geoestacionarios transmiten silenciosamente llamadas, mensajes, datos militares e información de infraestructura sin cifrar.
Con tan solo una antena de 800 dólares, cualquiera puede interceptar y recopilar estos datos confidenciales, según nuevos hallazgos de investigadores de la Universidad de California (San Diego) y la Universidad de Maryland en EE. UU. En menos de nueve horas, el equipo de investigación recopiló miles de llamadas y mensajes de texto de usuarios de T-Mobile, junto con datos de sistemas militares y de servicios públicos.
Los impactantes hallazgos anunciados en una conferencia tecnológica en Taiwán (China) en octubre de 2025 muestran una grave falla de seguridad que amenaza a todos, desde las personas en áreas remotas hasta las fuerzas militares de primera línea.
La red global de satélites lo conecta todo y, además, revela mucho. (Fuente: Getty Images)
La magnitud de la filtración de datos vía satélite es alarmante. Las llamadas y mensajes de texto de los clientes de T-Mobile fueron interceptados durante horas, exponiendo conversaciones personales. Los hábitos de navegación y las credenciales de inicio de sesión de los pasajeros que usaban el wifi a bordo quedaron expuestos.
Los datos de las compañías eléctricas y las plataformas petroleras también se transmiten por canales no cifrados, lo que podría exponerlos a sabotajes. Aún más preocupante, las comunicaciones militares entre Estados Unidos y México revelan la ubicación del personal y el equipo. El problema no se limita a un solo sector. Las telecomunicaciones, la aviación, la energía y la defensa dependen de satélites para transmitir datos críticos, y a menudo se asume que no están interceptados.
La escucha satelital es pasiva, sin dejar rastro ni advertencia de firewall. Un investigador en San Diego recopiló datos utilizando únicamente una antena en el tejado y equipo genérico.
Si la academia puede hacerlo, imaginen lo que podrían hacer las agencias de inteligencia con mejores recursos. El estudio solo analizó el 15% de los datos satelitales globales, lo que sugiere que la magnitud del problema podría ser mucho mayor de lo que creemos.
Un satélite geoestacionario transmite una señal. (Fuente: Getty Images)
Al recibir alertas, las respuestas de las empresas variaron. T-Mobile encriptó rápidamente su tráfico satelital, demostrando que era posible si la seguridad era una prioridad. Pero no todos actuaron. Los operadores de infraestructura a menudo se enfrentaban a problemas con equipos obsoletos y presupuestos limitados. Actualizar el cifrado puede costar millones de dólares, y algunos proveedores cobran un extra por las funciones de seguridad como "servicios premium".
Esta discrepancia ilustra un problema mayor: la seguridad suele considerarse un coste, no una opción predeterminada. Hasta que el cifrado sea obligatorio, muchos sistemas críticos seguirán siendo vulnerables, poniendo en peligro la seguridad pública.
Fuente: https://vtcnews.vn/tin-hieu-ve-tinh-khong-duoc-ma-hoa-du-lieu-dan-su-quan-su-de-dang-bi-nghe-len-ar971902.html
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