El paciente PLS (38 años, residente en la comuna de Trinh Tuong, distrito de Bat Xat, provincia de Lao Cai ) presentó dolor abdominal y fatiga y, tras el examen, se le diagnosticó la siguiente afección: Tumor en el lóbulo derecho. El paciente tiene antecedentes de hepatitis B y alcoholismo.
El paciente ingresó en el Centro de Oncología y Medicina Nuclear para recibir tratamiento. Los médicos realizaron exámenes y pruebas paraclínicas para evaluar el estadio de la enfermedad y realizaron consultas para definir un plan de tratamiento adecuado.

La resonancia magnética (RM) reveló un tumor hepático de gran tamaño ubicado en el centro del hígado, presionando el hilio hepático. Las imágenes de RM mostraron características malignas (CHC) y todos los marcadores de cáncer hepático se encontraban en niveles elevados.
Tras consultar con expertos a nivel central, los médicos concluyeron que la cirugía de resección hepática era el tratamiento más eficaz. El paciente se sometió entonces a una resección hepática central (lóbulos inferiores VIII y IV).
La cirugía transcurrió sin contratiempos. Después de tres horas, el paciente fue sometido a una hepatectomía central y sus signos vitales se mantuvieron estables.
El Dr. To Minh Hung, director del Centro de Oncología y Medicina Nuclear, afirmó: «La cirugía de resección hepática es una técnica compleja, y la resección central del hígado la complica considerablemente. El principal desafío en este caso radica en que el tumor se encuentra en la parte media del hígado, es bastante grande y se encuentra en una zona central rica en vasos sanguíneos y conductos biliares. El riesgo de sangrado y fuga de bilis durante y después de la cirugía es muy alto».
El procedimiento quirúrgico requiere extrema precaución para evitar dañar los vasos sanguíneos que irrigan el tejido hepático restante. Además, el abordaje anterior para la resección hepática, que implica no movilizar el hígado, ayuda a limitar la propagación de células cancerosas y a mantener la estabilidad del lóbulo izquierdo del hígado.
¿Qué deben hacer las personas con hepatitis B para prevenir complicaciones?

Imagen ilustrativa
Los virus de las hepatitis B y C se encuentran entre las causas de cirrosis y cáncer de hígado. Por lo tanto, las personas con hepatitis B y C deben recibir tratamiento intensivo según el plan de tratamiento prescrito por un especialista. Además, deben estar completamente vacunadas contra los virus de las hepatitis B y C.
Además, los pacientes necesitan mantener un estilo de vida saludable para mejorar su condición y prevenir complicaciones. En concreto, deben llevar una dieta equilibrada, complementada con alimentos ricos en proteínas (pescado, leche fresca, legumbres, etc.), cereales integrales, verduras y frutas, y elegir alimentos blandos y de fácil digestión.
Los pacientes también deben evitar estrictamente los alimentos perjudiciales para el hígado y el tracto digestivo, como las frituras, los alimentos ricos en grasas y colesterol, como vísceras, yemas de huevo, camarones, etc., y los alimentos con propiedades "calientes" como la carne de cabra, tortuga o perro. También deben evitar los alimentos demasiado azucarados, salados, picantes o poco cocidos. Y lo más importante, deben abstenerse por completo del alcohol y los estimulantes, ya que dañan directamente el hígado.
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