Sin embargo, los smartphones pueden quedar obsoletos rápidamente con el paso del tiempo, y es entonces cuando actualizarlos parece necesario. Si bien las compañías quieren que los usuarios actualicen su dispositivo en cuanto se lanza un nuevo modelo, lo que suele ocurrir al año, no es realista que los usuarios se limiten a un ciclo de actualización de un año. Con el aumento de los precios de los smartphones, esta tampoco es una decisión financiera inteligente.
Hay ocasiones en las que los usuarios tienen que aceptar actualizar sus teléfonos inteligentes.
Según informes, la vida útil promedio de un teléfono nuevo es de aproximadamente 2,5 años. Claro que habrá excepciones, como quienes estén dispuestos a usar un teléfono nuevo una vez al año o cada 3 o 4 años. Si perteneces a este último grupo, la mayoría de los usuarios seguirán usando su antiguo smartphone hasta que sea necesario reemplazarlo. Entonces, ¿cómo puedes saber cuándo es el momento de actualizar tu smartphone sin gastar demasiado?
Obviamente, la primera señal que notarán los usuarios es que su smartphone se siente lento. Parece que tareas sencillas como abrir aplicaciones y cambiar entre ellas se vuelven increíblemente lentas. A veces, estos problemas se pueden solucionar restableciendo la configuración de fábrica, pero en teléfonos muy antiguos, incluso esto puede no ser suficiente para eliminar por completo la sensación de lentitud.
Otra señal común es el envejecimiento de la batería del smartphone, que provoca que el dispositivo se agote rápidamente. Los usuarios notarán que la batería del teléfono ya no dura tanto y necesita cargarse con más frecuencia. En algunos casos, la batería puede agotarse rápidamente mientras se carga el teléfono.
Los teléfonos inteligentes que sean demasiado antiguos ya no tendrán soporte de software.
Si bien este proceso puede ser lento al principio, la velocidad de degradación puede aumentar con el tiempo. Anteriormente, la degradación de la batería de los smartphones podía inutilizarla, lo que obligaba a reemplazarla, lo cual solía ser costoso, especialmente en el caso de los iPhones.
Además, cuando un teléfono se queda sin actualizaciones de software, especialmente en teléfonos Android, puede provocar graves problemas de seguridad que amenazan la seguridad de los usuarios. Incluso ignorando los aspectos de seguridad, el software desactualizado puede incluso impedir que los usuarios usen las aplicaciones más recientes. Para muchos, es una señal inmediata de que necesitan reemplazar sus viejos smartphones.
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