Esta es la experiencia de la vida real que este anciano ha extraído para ayudar a que su vejez sea siempre feliz y alegre sin importar donde viva o si está solo.
A diferencia del ajetreo de la vida urbana, el Sr. Ly, ahora de 80 años, vive tranquilamente en una antigua zona residencial. De joven, era un jefe importante con buenos ingresos, así que pensó que tendría una vida cómoda después de jubilarse, pero no esperaba encontrarse con tantos obstáculos.
El Sr. Ly alguna vez pensó que él y su esposa tendrían días dedicados a la agricultura, el cultivo de hortalizas y la cría de peces sin tener que vivir con niños. Sin embargo, su amada esposa falleció repentinamente a causa de una grave enfermedad, dejándolo solo.
Aunque sus hijos eran fieles, no podían pasar mucho tiempo con su padre debido a sus ocupaciones laborales. Para solucionar el problema del cuidado de los ancianos, el Sr. Ly se mudó a vivir a una famosa residencia de ancianos de la ciudad.
Vivía en una habitación individual, amplia y cómoda. Sin embargo, la vida allí no era tan buena como había imaginado. Aunque había personas que lo cuidaban, aún carecía del calor y la felicidad de una familia.
La mayoría de las personas que vivían a su alrededor eran silenciosas y temían comunicarse entre sí, lo que hacía que el Sr. Ly se sintiera aburrido, como si la sociedad lo hubiera olvidado. Todos los días solo podía sentarse allí, mirando fijamente el cielo por la ventana.

Foto ilustrativa
Tras un corto tiempo viviendo allí, decidió irse. El Sr. Ly se dio cuenta de que, si bien la residencia de ancianos brindaba buena atención y seguridad vital a los ancianos, no era lo que él anhelaba. A esa edad, anhelaba la compañía y el calor de la familia.
Tras salir del hospital, se fue a vivir con su hijo. Su hijo y su nuera fueron muy dedicados y le prepararon una habitación grande con comidas deliciosas que le encantaron. Sin embargo, después de un tiempo, descubrió una diferencia en su estilo de vida y el de sus hijos.
Su mejor amigo tenía la costumbre de acostarse y despertarse temprano, mientras que sus hijos solían trasnochar. Al Sr. Ly le gustaba la tranquilidad, pero su sobrino solía hacer ruido en casa. La diferencia de edad y estilo de vida lo hacía sentir sofocado e incómodo.
Además, también se siente incómodo cuando en su familia a menudo hay conflictos por las cosas más pequeñas o por los estilos de crianza de los hijos.
Así que, tras solo unos meses viviendo en casa de su hijo, el Sr. Ly decidió irse. Se dio cuenta de que vivir junto a sus hijos y nietos no siempre era divertido ni feliz. Los hijos mayores necesitaban sus propias vidas y espacio vital.
Se dio cuenta de que una vejez feliz no significa necesariamente estar rodeado de hijos y nietos, sino ser independiente y pasar tiempo felizmente juntos será lo más feliz.
Y el Sr. Ly también se dio cuenta de que para vivir una vida tranquila y cómoda en la vejez, las tres cosas más importantes son: un espíritu feliz, experimentar activamente hacer amigos y conectarse con los hijos y nietos de la manera correcta.
Entonces, el Sr. Lee comenzó a participar activamente en actividades para personas mayores en la comunidad y a hacer amistad con personas con ideas afines.
A menudo juega a las cartas, al ajedrez, hace ejercicio... y cada día encuentra más alegría y felicidad. Además, el Sr. Ly también aprendió a mantener la distancia y a ser amigo de sus hijos y nietos. Los fines de semana, sus hijos y nietos vienen a casa a comer con él y a compartir historias de la vida.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/cu-ong-80-tuoi-la-sep-lon-ve-huu-tung-o-cung-con-trai-vao-vien-duong-lao-van-kho-binh-yen-hoa-ra-tuoi-gia-can-nhat-3-diem-tua-xuong-mau-nay-172250213170523179.htm
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