Sin embargo, junto con ese cambio, se abre una nueva puerta para los niños: las redes sociales. Para los estudiantes de zonas con minorías étnicas, las redes sociales son tanto una oportunidad para acceder al conocimiento como un desafío arriesgado si no hay una guía.

Sra. Nguyen Thi Vinh - Presidenta de la Unión de Mujeres de la comuna de Truong Son, provincia de Bac Ninh
La comuna de Truong Son alberga numerosas minorías étnicas, como los nung, los dao, los san diu, los tay y los hoa, lo que crea un panorama cultural diverso. Sin embargo, las limitadas condiciones económicas han dificultado y desorientado el acceso a la tecnología, especialmente a las redes sociales.
Los estudiantes de minorías étnicas suelen tener su primer contacto con Facebook, TikTok, Zalo o YouTube más tarde que sus compañeros urbanos. Muchos no han recibido formación sobre cómo seleccionar información y protegerse, lo que los hace vulnerables a contenido dañino y noticias falsas.
La Sra. Nguyen Thi Vinh, presidenta de la Unión de Mujeres de la Comuna de Truong Son, provincia de Bac Ninh, expresó su preocupación: «Los niños son curiosos y crédulos, pero carecen de habilidades de autoprotección. Algunos no comprenden del todo el contenido debido a las barreras del idioma, pero aun así imitan porque ven muchos «me gusta». Hubo un caso de una estudiante de séptimo grado que fue engañada por un sujeto para que enviara fotos privadas sin saber que se trataba de un acto de abuso».
Según la Sra. Vinh, la mayor barrera no es la falta de información, sino la brecha entre adultos y niños, entre quienes saben y quienes no se atreven a preguntar. En zonas de minorías étnicas, muchos padres tienen poco contacto con la tecnología, por lo que se muestran reacios a hablar con sus hijos sobre las redes sociales. Algunos lo toman a la ligera, pensando que "es solo ver vídeos de baile"; otros son extremistas, pensando que "conectarse es malo". Ambos extremos provocan que los niños carezcan de habilidades y, cuando surgen problemas, optan por guardar silencio.

Sra. Le Thi Ha - profesora de la Escuela Secundaria Vo Tranh, comuna de Truong Son, provincia de Bac Ninh
La historia de la Sra. Le Thi Ha, profesora de la Escuela Secundaria Vo Tranh, comuna de Truong Son, provincia de Bac Ninh, y madre de un estudiante de noveno grado de la etnia San Diu, es una prueba fehaciente. Recuerda que en una ocasión su hijo le pidió cambiar la contraseña de su teléfono, se mostró callado e irritable. Tras investigar, descubrió que participaba en un grupo de chat violento y que lo habían engañado para que pagara por juegos. "Si se lo prohibía de inmediato, lo ocultaría. Opté por escucharlo, analizar los riesgos y luego crear un conjunto de normas de seguridad con él", compartió. Para la Sra. Ha, acompañar es diferente a controlar: acompañar empieza por escuchar y comprender, mientras que controlar solo se limita a imponer.
Desde su propia experiencia, Truong Minh Huan, de la etnia San Diu y estudiante de 9.º grado de la Escuela Secundaria Vo Tranh, comentó: «Las redes sociales son como un arma de doble filo. Aprendí mucho, conecté con amigos, pero también vi a algunos amigos adictos a internet, que abandonaron la escuela y fueron engañados. Una vez, un desconocido me envió un mensaje de texto después de publicar una foto. Me asusté, lo bloqueé de inmediato y se lo conté a mi profesora. Me dijo que solo lo considerara amigo, que no me hiciera amigo de desconocidos».
Para los estudiantes de zonas montañosas, la dificultad no solo radica en la infraestructura de red, sino también en la falta de orientación. "Muchos estudiantes no tienen teléfonos inteligentes y, cuando empiezan a usarlos, no saben qué es apropiado y qué no. Sus padres no están familiarizados con la tecnología, por lo que no pueden orientarlos. Espero que haya más sesiones de propaganda en idiomas étnicos, con imágenes y videos ilustrativos", compartió Huan.
Según la Sra. Vinh, los padres no necesitan ser expertos en tecnología, pero sí deben saber qué usan sus hijos, qué les gusta ver y qué dificultades tienen. No pregunten "¿Hiciste algo malo?", sino "¿Qué viste hoy que te gustó?". Las preguntas amables ayudarán a los niños a confiar y a compartir. Los padres también deben acordar con sus hijos el horario y el contenido que deben ver, y reconocer señales de alerta como mensajes extraños, solicitudes para enviar fotos, etc. La cercanía, la comprensión y la iniciativa son las mejores barreras para proteger a los niños.
Ante esta realidad, la Unión de Mujeres de la comuna de Truong Son se ha coordinado con las escuelas para organizar actividades extracurriculares con los temas "Navegación segura en internet" y "No a la ciberviolencia"...; difundir la información mediante actividades comunitarias, artes y deportes; utilizar ilustraciones, videos cortos e historias reales; y crear grupos Zalo para que los padres compartan conocimientos y adviertan. La Unión de Mujeres de la comuna también conecta a familias, escuelas y autoridades cuando ocurren incidentes. "Si queremos que los niños estén seguros, debemos empezar por la comprensión de los adultos", enfatizó la Sra. Vinh.
Las historias de Truong Son, provincia de Bac Ninh, demuestran que para educar a los estudiantes, especialmente a los de minorías étnicas, en el uso seguro de las redes sociales, no podemos depender solo de la tecnología ni de una sola parte. Se requiere el esfuerzo conjunto de familias, escuelas, organizaciones de masas y toda la comunidad, quienes están dispuestos a acompañar, en lugar de quedarse al margen, para ayudar a los estudiantes a acceder al ciberespacio con firmeza y sobriedad.
Fuente: https://phunuvietnam.vn/hoc-sinh-vung-cao-luot-mang-ai-se-la-nguoi-dong-hanh-20250810210810351.htm










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