
Tras el incidente en el Centro Nacional de Información Crediticia de Vietnam (CIC) y una serie de estafas en línea recientes, la protección de los datos financieros se considera una tarea urgente, lo que ha impulsado a los bancos a pasar de una colaboración pasiva a una activa e interinstitucional para prevenir el fraude digital. La ceremonia de firma de la Convención de las Naciones Unidas contra el Ciberdelito (Convención de Hanói ), celebrada en Vietnam los días 25 y 26 de octubre, demuestra una vez más el papel proactivo y la responsabilidad de Vietnam en la construcción de un entorno digital seguro y transparente, que incluye la ciberseguridad en el sector bancario.
Cuando el “salvavidas” de las finanzas se convierte en el objetivo.
El incidente en el CIC, el centro de datos que almacena información de 52 millones de clientes individuales y más de 1,2 millones de empresas, si bien no causó daños reales, alertó sobre el riesgo de filtraciones de datos. Dado que el 87 % de los adultos tiene cuentas bancarias y casi el 90 % de las transacciones se realizan digitalmente, incluso una pequeña vulnerabilidad en el sistema podría generar una reacción en cadena de riesgos para todo el mercado. Esto también sirve como advertencia sobre la magnitud y la vulnerabilidad de la infraestructura financiera nacional, especialmente a medida que los ciberdelincuentes expanden sus ataques al sector bancario y a los datos personales.
El Sr. Vu Ngoc Son, Jefe del Departamento de Investigación, Consultoría y Cooperación Internacional (Asociación Nacional de Ciberseguridad), afirmó que los pagos internacionales son el motor de la economía global, pero también un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes. Señalando cinco razones principales del continuo aumento de los ciberataques en el sector financiero, el Sr. Son las atribuyó a vulnerabilidades técnicas, factores humanos, riesgos en la cadena de suministro, diferencias legales internacionales y falta de inversión en ciberseguridad.
Los esquemas de fraude financiero también se están volviendo cada vez más sofisticados y diversos, y van desde la suplantación de agencias gubernamentales, la oferta de servicios de apertura de cuentas, la suplantación de bancos, hasta estafas de inversión en línea y secuestro de dispositivos móviles.
Según el Departamento de Ciberseguridad y Prevención de Delitos de Alta Tecnología (Ministerio de Seguridad Pública), en 2024, Vietnam registró más de 100.000 incidentes relacionados con la ciberdelincuencia, incluidos 29.000 ataques de ransomware. Estos ataques se dirigieron contra agencias gubernamentales, empresas e instituciones financieras. Se estima que los daños causados por el fraude en línea ascendieron a aproximadamente 12 billones de VND.
Estas cifras muestran que el espacio financiero de Vietnam se está convirtiendo en un objetivo principal para los ciberdelincuentes, y los bancos son los que soportan la mayor presión en primera línea.
Fortalecimiento de los "escudos" de ciberseguridad
Para abordar esta situación, el Banco Estatal de Vietnam emitió la Carta Oficial n.° 7936/NHNN-CNTT, que exige a las entidades crediticias y sucursales de bancos extranjeros comprender a fondo y aplicar estrictamente las regulaciones estatales y del sector bancario para garantizar la seguridad de los sistemas de información y la confidencialidad de los datos. En consecuencia, los jefes de unidad serán legalmente responsables en caso de cualquier violación de la seguridad de la red.
Las entidades de crédito también están obligadas a revisar periódicamente las vulnerabilidades del sistema, evaluar la seguridad de la información con terceros e implementar medidas para prevenir ataques a la cadena de suministro, un tipo de ataque que se está volviendo cada vez más común en todo el mundo.
El Banco Estatal de Vietnam colabora con el Ministerio de Seguridad Pública para crear una base de datos de cuentas sospechosas de fraude y también está probando un sistema para alertar a los clientes sobre transacciones fraudulentas directamente a través de sus aplicaciones móviles. Esto se considera la base para crear un sistema de alerta temprana y construir un ecosistema de banca digital más seguro y transparente.
Los bancos comerciales también han invertido proactivamente en infraestructura tecnológica, implementando autenticación biométrica, cifrado de transacciones y sistemas de monitoreo basados en IA. Sin embargo, los expertos creen que los esfuerzos individuales de cada banco son insuficientes sin un mecanismo de coordinación unificado.
En respuesta a la creciente complejidad del fraude financiero, la Asociación Bancaria de Vietnam (VNBA) publicó recientemente un manual que orienta la coordinación de la gestión de riesgos en transacciones sospechosas de fraude, falsificación o engaño.
Según Nguyen Quoc Hung, vicepresidente y secretario general de VNBA, el objetivo del Manual es establecer un mecanismo de coordinación unificado entre los bancos, garantizando que cuando se detecten transacciones inusuales, el sistema las rastree automáticamente y las congele rápidamente.
Representantes del Banco de Inversión y Desarrollo de Vietnam (BIDV) propusieron un principio unificado: "Si se retienen fondos sospechosos de ser utilizados para fraude, no se devolverán, incluso si el cliente solicita el cierre de la cuenta". Esta norma ayudaría a evitar la gestión inconsistente entre los bancos y a generar transparencia en la prevención del fraude. Por su parte, representantes del Banco Comercial de Vietnam para la Industria y el Comercio (VietinBank) sugirieron la vinculación de datos entre los bancos y el Ministerio de Seguridad Pública para agilizar el rastreo de cuentas fraudulentas y ampliar la vigilancia a los monederos electrónicos, un canal de transacciones frecuentemente explotado en casos de fraude.
Desde una perspectiva de seguridad, el Sr. Hoang Ngoc Bach, Jefe del Departamento 4, Departamento de Ciberseguridad y Prevención de Delitos de Alta Tecnología (A05, Ministerio de Seguridad Pública), enfatizó que la publicación del Manual de Coordinación constituye un paso histórico, ya que crea por primera vez un proceso de acción unificado entre bancos y agencias de investigación. Argumentó que el momento ideal para congelar y recuperar fondos es inmediatamente después de que la víctima reporte el incidente, por lo que es necesario un mecanismo de respuesta rápida y la vinculación de datos entre las partes.
Sin embargo, en el contexto de la ciberdelincuencia transnacional, los esfuerzos nacionales deben ir de la mano con la cooperación internacional. Por lo tanto, la ceremonia de firma de la Convención de las Naciones Unidas contra la Ciberdelincuencia (Convención de Hanói), celebrada en Vietnam los días 25 y 26 de octubre, reviste gran importancia. Esto no solo representa un compromiso internacional, sino que también demuestra el papel proactivo y la responsabilidad de Vietnam en la construcción de un entorno digital seguro y transparente.
La Convención de Hanoi es el primer instrumento jurídico global de las Naciones Unidas para combatir los delitos cibernéticos, que permite a los países compartir datos, pruebas electrónicas y experiencias de investigación, al tiempo que facilita la sincronización de las leyes nacionales de Vietnam con los estándares internacionales.
Más allá de sus implicaciones en materia de seguridad, la Convención también abre oportunidades para atraer inversión internacional en ciberseguridad, un pilar estratégico en el proceso de transformación digital nacional.
La Convención de Hanói proporciona el marco jurídico internacional, el Manual de Coordinación de la VNBA establece el mecanismo de acción nacional, y los esfuerzos de capacitación e inversión tecnológica de los bancos constituyen los pilares humanos y técnicos. Estos tres elementos se combinan para crear una base sólida que fortalece la defensa de la seguridad financiera nacional contra la ola de delitos de alta tecnología.
Fuente: https://baotintuc.vn/tai-chinh-ngan-hang/ngan-hang-siet-chat-phoi-hop-chan-gian-lan-tai-chinh-so-20251022084949237.htm










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