Los padres deben recordar algunas notas al darles leche a sus hijos para asegurarse de proporcionarles una fuente saludable de nutrición.
La leche desempeña un papel importante en la nutrición infantil, desde la infancia, la niñez temprana hasta la adolescencia. Según el Dr. Nguyen Anh Duy Tung, del Sistema Clínico de Nutrición Nutrihome, existen diversos tipos de leche que aportan nutrientes desde el nacimiento hasta las etapas de desarrollo de la vida del niño. Entre los tipos de leche que pueden beber los niños se incluyen: leche de vaca (incluida la leche entera, al 2%, al 1%, descremada o semidescremada y con sabor a leche chocolatada); leche de cabra; y sucedáneos de la leche (como leche de arroz, almendra, soya, coco, anacardo y avena).
En particular, la leche de vaca aporta diversas vitaminas, minerales y otros nutrientes que los niños necesitan para su crecimiento y desarrollo. De estos, la leche de vaca contiene naturalmente proteínas, calcio, potasio y vitamina B12; la leche de vaca contiene vitamina D (añadida durante el procesamiento) y vitamina A, añadida a la leche baja en grasa y descremada. Estos nutrientes son importantes para el crecimiento y el desarrollo, por lo que la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda que los niños pequeños tomen dos tazas de leche al día y los niños mayores, tres tazas.
El Dr. Tung enfatizó que la leche de vaca y sus derivados aportan beneficios nutricionales a los niños mayores de 12 meses (sin alergia a la leche). La dosis recomendada para niños pequeños es de 2 a 3 vasos de leche, equivalentes a unos 400-600 ml de leche al día. Además de la leche, los niños también necesitan consumir otros alimentos ricos en calcio y vitamina D para alcanzar la cantidad diaria recomendada de vitamina D, equivalente a 600 UI.
La leche aporta diversas vitaminas, minerales y otros nutrientes que los niños necesitan para su crecimiento y desarrollo. Foto: Freepik
Si su hijo no toma leche, los padres pueden optar por productos lácteos alternativos con un valor nutricional equivalente, como queso, yogur u otros alimentos ricos en calcio y vitamina D. El Dr. Duy Tung afirmó que, mediante una dieta saludable y planificada, los niños pueden cubrir sus necesidades nutricionales diarias sin necesidad de tomar leche. En el caso de los niños que no toleran la leche de vaca líquida o tienen intolerancia a la lactosa, los padres deben ofrecerles nutrientes de otras alternativas a la leche de vaca.
"La dieta de los niños que no pueden tomar leche debe incluir alimentos ricos en proteínas, calcio, potasio y vitaminas A, B12 y D para asegurar el crecimiento y el desarrollo", afirmó el Dr. Tung.
Además, los niños con alergia a la leche o intolerancia a la lactosa necesitan leches especiales. Los síntomas de alergia a la leche en niños pueden incluir erupciones cutáneas, sibilancias, vómitos, diarrea o incluso choque anafiláctico. Algunos niños pueden superar la alergia a la leche con la edad.
La intolerancia a la lactosa es una afección en la que un niño puede consumir algunos productos lácteos, pero experimenta gases, diarrea, dolor abdominal y náuseas si come demasiado. A diferencia de la alergia a la leche, la intolerancia a la lactosa significa que el niño no puede digerir completamente la lactosa de la leche porque no tiene suficiente enzima.
En este caso, los niños suelen tolerar cierta cantidad de leche (la cantidad depende de cada niño). Por ejemplo, los niños solo presentan síntomas si beben más de 300 ml de leche, pero beber 200 ml no presenta ningún problema. En caso de alergia o intolerancia a la leche, los padres deben llevar a sus hijos a un especialista para que este les dé recomendaciones nutricionales adecuadas a su condición.
Bao Bao
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