Esto provoca que, cuando surgen problemas de basura, malos olores y puntos de recogida inadecuados, la respuesta suele ser lenta y la gestión se prolonga debido a la falta de autoridad. Para subsanar estas deficiencias, a partir del 1 de diciembre, Hanói transfirió la responsabilidad de mantener el saneamiento ambiental a 126 comunas y distritos.
Se trata de un paso sin precedentes en materia de descentralización, que pretende no sólo cambiar la forma de “quién lo hace”, sino, más profundamente, innovar el pensamiento del “cómo” mantener el medio ambiente más limpio y más civilizado.
Esta descentralización reestructura la estructura de responsabilidad. Las comunas y los distritos son inversores y también responsables y supervisores de las obras de saneamiento ambiental. Desde la supervisión del volumen, la aceptación de la calidad, la inspección del progreso hasta la recepción de la retroalimentación ciudadana, todas las actividades se concentran en el nivel de base, el lugar más cercano a la población, que comprende la zona y recibe la evaluación directa de la comunidad. La ciudad no solo transfiere tareas, sino también confianza, y al mismo tiempo establece el requisito de descentralización, pero debe evitar en absoluto la interrupción de los servicios; aumentar la responsabilidad, pero no crear lagunas; delegar autoridad, pero no relajar la gestión. Ese es el espíritu de la innovación administrativa, la descentralización y la delegación de autoridad para que las comunas y los distritos puedan realizar un trabajo real, asumir la responsabilidad real e informar a la ciudadanía sobre los resultados de manera transparente.
La práctica de implementación demuestra que la presión sobre las comunas y distritos es muy alta, desde la gestión directa de los paquetes de mantenimiento de saneamiento ambiental hasta la preparación de documentos legales, el control del volumen, el pago y la aceptación. Todas son tareas complejas que requieren precisión y conocimiento profesional. Además, la presión sobre el progreso y el plazo se acerca a 2026, por lo que en diciembre de 2025, las localidades deben realizar estimaciones, elaborar pliegos de condiciones y organizar la selección de unidades de recolección para el período 2026-2030. En particular, cuando las comunas y distritos son inversores, todas las quejas de la población se presentan directamente; ya no habrá mecanismos para "elevar la responsabilidad", sino que deberán atenderse de inmediato.
Según expertos ambientales, estas presiones también generan motivación. Porque solo con empoderamiento, las comunas y distritos pueden reorganizar el sistema de recolección de residuos y saneamiento ambiental para que sea más práctico, por ejemplo, aumentando la frecuencia del transporte de residuos, ajustando los horarios de recolección de forma adecuada, modificando las rutas vehiculares para evitar congestiones y estableciendo puntos de recolección más eficientes .
Sin embargo, para que la descentralización de la gestión del saneamiento ambiental sea no solo correcta, sino también precisa, las soluciones deben implementarse de forma sincronizada, clara y controlada. En particular, es necesario otorgar plena autoridad a las comunas y distritos para seleccionar las unidades de recolección; ajustar la frecuencia y las rutas de recolección; gestionar las infracciones relacionadas con el vertido de basura; y aceptar y pagar. No obstante, deben aplicarse sanciones severas; cualquier área que permita que la basura permanezca entre 24 y 48 horas debe rendir cuentas ante el Comité Popular de la Ciudad.
Los departamentos y sucursales de la ciudad deben garantizar recursos suficientes inmediatamente después de la entrega, como: proporcionar fondos suficientes según el presupuesto; complementar el equipo; fortalecer el equipo de especialistas ambientales en comunas y distritos. Al mismo tiempo, la ciudad exige a las localidades que estandaricen el proceso de selección de contratistas, evitando en absoluto que surjan intereses colectivos. Durante la implementación del paquete de licitación, el volumen, los precios unitarios y los resultados de la aceptación deben hacerse públicos, y debe haber supervisión y verificación cruzada entre los departamentos especializados del Departamento de Agricultura y Medio Ambiente. Otra solución fundamental es que las comunas y distritos intensifiquen la labor de difusión ciudadana sobre el vertido de basura a tiempo y en el lugar correcto; la eliminación de vertederos espontáneos y las zonas negras de residuos, etc.
La descentralización del saneamiento ambiental a las comunas y distritos no solo implica una transferencia de tareas técnicas, sino también una importante prueba de la capacidad de gestión desde la base. Cuando los derechos, las responsabilidades, los recursos y la supervisión se asignan a quienes deben, la capital estará más limpia y civilizada hasta en las esquinas y callejones más pequeños. Este es un paso importante para que Hanói gestione el medio ambiente de forma moderna: limpio desde la raíz, con estándares desde la base y sostenible desde la comunidad.
Fuente: https://hanoimoi.vn/phep-thu-nang-luc-quan-tri-726112.html










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