
El jarabe es un ingrediente indispensable para dar sabor a los platos coreanos. - Foto: Naver
El sirope ha sido durante mucho tiempo un ingrediente popular en muchos países, y a menudo se vierte sobre tortitas, gofres, crepes o helado. Este líquido no solo aporta un atractivo sabor dulce, sino que también aparece en muchos postres y se utiliza como una llamativa cobertura para pasteles.
Sin embargo, en la cocina coreana, el jarabe —también conocido como «cheong»— es el ingrediente clave que da forma a un plato. Según los ingredientes, el jarabe puede aportar un ligero toque ácido o un sabor intenso, contribuyendo al equilibrio de sabores en lugar de simplemente sustituir al azúcar.
La dulce esencia de la cocina coreana
Según el Korea Herald, en los últimos años la gastronomía coreana se ha extendido por todo el mundo con muchos platos populares como el ramyeon (fideos), las empanadillas, el pollo frito... Incluso las salsas de soja fermentada coreanas fueron reconocidas por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial en diciembre de 2024.
Tras su éxito, la atención se centra ahora en un jarabe fermentado llamado "cheong", que se espera que se convierta en un nuevo fenómeno en el mundo culinario.

El jarabe se puede elaborar con muchos tipos de fruta, pero principalmente con frutas ácidas. - Foto: Stella N Spice
En plataformas de redes sociales como YouTube, muchos videos que muestran cómo preparar jarabe coreano han alcanzado millones de visualizaciones. El famoso chef estadounidense Nick DiGiovanni es un ejemplo típico.
En noviembre de 2023, intentó hacer jarabe de fresa. Con más de 25,8 millones de seguidores en YouTube, sus vídeos captaron mucha atención y mucha gente empezó a aprender la receta tradicional coreana del jarabe.
Luego, Nick DiGiovanni publicó un video de sí mismo preparando jarabe de pitaya, que desde entonces ha alcanzado los 24 millones de visualizaciones.
El proceso para elaborar el jarabe coreano tradicional es bastante sencillo. Primero, se mezclan las frutas o verduras con la misma cantidad de azúcar y se colocan en capas en un frasco hermético.
A continuación, debe dejarse reposar durante varias semanas o incluso meses para que la fruta libere su dulzor natural. Según el Instituto Coreano de Promoción de Alimentos (KFPI), el jarabe puede consumirse inmediatamente o dejarse fermentar durante un período más prolongado, hasta un año o más, para desarrollar un sabor realmente intenso.
El jarabe resultante se puede utilizar como té caliente en invierno o mezclado con agua fría para preparar una bebida refrescante de verano.
Entre los ingredientes más populares para elaborar jarabe se encuentran las ciruelas verdes (también conocidas como maesil en coreano), las fresas, las mandarinas verdes y el yuja, una fruta típica de la región del kimchi, cuyo sabor es una mezcla de limón, naranja y mandarina.

Sirope elaborado con yuja, una fruta típica de la región del kimchi - Foto: Naver
Cabe destacar que las ciruelas verdes son un ingrediente de temporada, por lo que lo mejor es preparar el almíbar entre principios y mediados de junio. Este almíbar se puede usar directamente o para elaborar otros productos fermentados como vinagre de ciruela, vino de ciruela y salsa de ciruela y chile.
Además de ser un edulcorante natural, el jarabe también ayuda a que platos como el pescado y el pollo resulten más deliciosos y atractivos cuando se combina con sal, salsa de soja y pasta de soja.
Debido a que no se utiliza calor durante el proceso de elaboración, el jarabe conserva su sabor natural, sus propiedades nutricionales y sus beneficios para la salud.
En particular, este jarabe también se utiliza como remedio popular para ayudar a la digestión y aliviar problemas estomacales.
El jarabe se puede conservar hasta 5 años si se almacena correctamente, aunque su sabor y dulzor pueden disminuir después de 2 años. También es un ingrediente importante en la elaboración del vino de ciruela, un vino tradicional coreano conocido por su sabor refrescante y suave.

El vino de ciruela coreano tiene un sabor refrescante y suave, con un toque ácido del jarabe de ciruela y el amargor y dulzor del soju. - Foto: Korea Herald
Para preparar una tanda de vino de ciruela coreano (maesil-ju), ligeramente aromático, refrescante y dulce, solo necesitas 1 kg de ciruelas verdes, 300 g de azúcar y 3,6 litros de soju. Primero, retira los tallos de las ciruelas, lávalas con agua corriente y sécalas bien para evitar que la humedad interfiera con la fermentación.
A continuación, coloca alternativamente las ciruelas y el azúcar en un frasco de vidrio, tápalo bien y deja fermentar durante unas 4 semanas. Después, vierte la mezcla de soju, tapa y continúa la fermentación.
Un pequeño truco es guardar el frasco en un lugar fresco y oscuro para ralentizar la fermentación, lo que ayudará a que el vino desarrolle un sabor rico e intenso con el tiempo. Cuanto más tiempo se conserve el vino, más profundo y redondo será su sabor.
Fuente: https://tuoitre.vn/siro-trai-cay-han-quoc-chi-ngam-trai-cay-voi-duong-ma-thanh-hien-tuong-am-thuc-20250623231354869.htm






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