
Los inevitables "niños" de la era digital
El autor de este artículo utilizó la propia herramienta de IA para averiguar cuándo nació la Inteligencia Artificial. La información proporcionada indica que hace 69 años, en el verano de 1956, en la Conferencia de Dartmouth (EE. UU.), el concepto de «Inteligencia Artificial» fue introducido por el informático estadounidense John McCarthy.
La cronología anterior confirma además que: De hecho, el acceso a la inteligencia artificial por parte de los vietnamitas es bastante lento en comparación con las civilizaciones más avanzadas del mundo . Lentamente, pero hasta ahora, quizás hemos "probado" todo el sabor de las innovaciones tecnológicas, desde ChatGPT hasta Genmini, Capilot, Stable Diffusion, Veo... y hemos ido de sorpresa en sorpresa al "disfrutarlas".
La historia de la humanidad es una serie interminable de superación de limitaciones: desde el dominio de la piedra hasta el del fuego, pasando por el del metal y el vapor. Cada era (de la piedra, del hierro, industrial) se define por las herramientas estratégicas que ayudaron a los humanos a conquistar la vida.
Hoy nos enfrentamos a una nueva frontera, más abstracta: la sobrecarga de información de la era digital. Es en este momento que la inteligencia artificial ya no es una opción, sino el instinto evolutivo de supervivencia de la civilización. La IA es la "herramienta mental" más poderosa que nos vemos obligados a crear para liberar nuestros cerebros del trabajo repetitivo, convirtiendo el caótico mar de datos en conocimiento. El surgimiento de la IA es como descubrir el fuego o crear un motor. La frontera actual es el mar de datos, y la IA es el barco que nos vemos obligados a construir para cruzarlo.
Integración controvertida
“Convierte esta foto en un video de una central hidroeléctrica liberando aguas de inundación, lluvia torrencial y agua turbia”. Este es un comando que el autor utilizó con IA para crear el siguiente video ilustrativo:
Convertir lo imposible en posible. No se ha exagerado en ese sentido sobre la tecnología de inteligencia artificial. El ejemplo anterior es solo una demostración muy sencilla con IA, para ver que: cuando la IA toma el control, la "mezcla de verdad y falsedad" es a lo que los humanos nos hemos enfrentado y nos enfrentamos.
La llegada de la Inteligencia Artificial a Vietnam no es una ola suave, sino una feroz "integración controvertida". En el ámbito laboral y académico, la IA dividió inmediatamente a la comunidad en dos frentes. Por un lado, están los pioneros, entusiasmados con la capacidad de aumentar la productividad considerablemente, y ven la IA como una herramienta para liberarse del trabajo repetitivo. Pero, por otro lado, existe una profunda ansiedad ante una "fuerza alternativa" indiferente.
El debate no se limita a la tecnología, sino que también aborda valores fundamentales: ¿Cómo garantizar la autenticidad del contenido creado? ¿Cómo cambiará la educación cuando las máquinas puedan hacer las tareas? Y, lo más importante: ¿Cómo evitar que la compasión y el pensamiento independiente del pueblo vietnamita se vean erosionados por la velocidad de los algoritmos? La IA ya está aquí, pero su integración en la cultura y la economía vietnamitas aún es turbulenta y requiere una atención extrema.
IA: un amigo espejo, no un jefe sustituto
La evolución de la inteligencia artificial plantea una gran pregunta: ¿Estamos creando un sustituto o un aliado? En lugar de temer a un "jefe" de IA que nos quite el trabajo, es hora de ver la IA como un "aliado espejo": una herramienta superior que amplifica las capacidades humanas.
La IA se destaca en el análisis de datos, la optimización de procesos y la ejecución de tareas lógicas, pero nunca alcanzará los niveles que la humanidad puede alcanzar.

Un ejemplo del trabajo periodístico en la redacción del periódico y radio Nghe An: Antes, publicar un periódico, una simple tarea, como revisar errores ortográficos, requería mucho tiempo y esfuerzo del equipo editorial. Ahora, la IA es una herramienta eficaz que reemplaza a los humanos, y su control casi alcanza su límite, siendo más rápida y precisa que la de los humanos.
Sin embargo, la esencia del artículo, que solo las emociones de cada periodista pueden transmitir, la IA nunca podrá "hacerlo por" él. Porque las emociones son infinitas, flexibles y abstractas; y en cada momento, en cada situación, esa sensación es completamente diferente; nunca es un "cálculo" predeterminado.

La IA puede simular, pero no posee inteligencia emocional ni verdadera compasión. Carece de creatividad innovadora porque todos sus resultados se basan en datos aprendidos, sin experiencia vital que le permita generar ideas completamente innovadoras.
Lo más importante es que la IA es incapaz de emitir juicios morales complejos ni de sopesar los valores humanos en situaciones ambiguas. En resumen, la IA es un gran cerebro analítico, pero son el corazón, la conciencia y la visión humanos los que nos guiarán hacia el futuro. Dejemos que la IA haga el trabajo y que los humanos tomen la iniciativa y guíen.
El futuro del trabajo no es una batalla entre humanos y máquinas, sino el arte de la colaboración basado en distinciones claras: cuanto más potente sea la IA, más necesitamos a los humanos. Las organizaciones y las personas más exitosas serán aquellas que no solo sean productivas, sino también significativas y humanas, donde la tecnología no piense por nosotros, sino que nos ayude a comprender mejor nuestro propio pensamiento.
Fuente: https://baonghean.vn/soi-lai-minh-de-manh-me-sau-sac-hon-trong-ky-nguyen-ai-10309178.html






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