En el transcurso de la historia revolucionaria de Vietnam, la perspectiva de combinar la fuerza nacional con la fuerza de la época ha sido siempre una orientación estratégica constante del Partido Comunista de Vietnam . Desde la aspiración a la independencia y la libertad hasta la meta del desarrollo sostenible y la integración internacional, nuestro Partido ha afirmado continuamente el papel central de la fortaleza interna nacional en correlación dialéctica con las tendencias progresistas de la época. Hoy, ante los rápidos, complejos e impredecibles cambios de la situación regional y mundial, seguir promoviendo el espíritu de autosuficiencia, aprovechar proactivamente las oportunidades, sacar partido de los logros de la revolución científica y tecnológica y fortalecer la posición nacional en la integración global constituye un desafío urgente para nuestro Partido en su rol de liderazgo integral.

La postura del Partido sobre la combinación de la fuerza nacional con la fuerza de los tiempos para liderar la revolución vietnamita.
La postura del Partido Comunista de Vietnam sobre la combinación de la fuerza nacional con la fuerza de los tiempos constituye la cristalización de la teoría revolucionaria científica y la experiencia práctica histórica, originadas en el marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh. Esta es una orientación estratégica coherente que sirve de guía para la causa de la liberación nacional, la construcción y la defensa de la patria.
Desde su fundación en 1930, nuestro Partido ha identificado claramente la revolución vietnamita como parte de la revolución mundial. La primera plataforma política, redactada por el líder Nguyen Ai Quoc, establecía explícitamente el objetivo de la liberación nacional vinculado a la causa de la revolución proletaria mundial. Esta perspectiva se concretó continuamente por el Partido a lo largo de todo el proceso de liderazgo revolucionario. En la Revolución de Agosto de 1945, la confluencia del patriotismo, la indomable tradición nacional y la tendencia democrática y progresista mundial constituyó una base sólida para la gloriosa victoria, dando origen a la República Democrática de Vietnam.
El presidente Ho Chi Minh, fundador y formador del Partido, heredó y desarrolló la perspectiva marxista-leninista sobre la combinación de la fuerza nacional y la fuerza de la época en el contexto histórico de Vietnam. Creía que la fuerza de la época es un factor importante, pero que solo puede ser efectiva mediante la fortaleza interna de la nación. El presidente Ho Chi Minh enfatizó: «Si quieres que otros te ayuden, primero debes ayudarte a ti mismo » (1) . Por lo tanto, en toda circunstancia, el Partido siempre prioriza la fuerza nacional, considerándola el factor decisivo, y la fuerza de la época como un factor de apoyo y promoción.
En las dos guerras de resistencia contra el colonialismo francés y el imperialismo estadounidense para salvar al país, nuestro Partido aplicó de forma creativa y eficaz la idea de combinar la fuerza nacional con la fuerza de la época. Bajo la sabia dirección del Partido, se promovieron con firmeza el patriotismo, la voluntad de independencia y la libertad del pueblo, obteniendo al mismo tiempo un gran apoyo de aliados internacionales, en especial de los movimientos comunistas y obreros internacionales, los países socialistas, los movimientos de liberación nacional y las fuerzas progresistas de todo el mundo. Esta combinación creó una posición y una fuerza sólidas, contribuyendo enormemente a que la revolución vietnamita alcanzara victorias de talla mundial en el siglo XX.
Durante el período de renovación, el Partido continuó reafirmando y desarrollando la perspectiva anterior en el nuevo contexto. El VI Congreso del Partido (1986) marcó un cambio estratégico, inaugurando un período de renovación integral. Una de las grandes lecciones aprendidas por el Partido fue : «Debemos saber combinar la fortaleza nacional con la fortaleza de los tiempos en las nuevas condiciones» (2) . Desde entonces, los documentos del congreso del Partido han reafirmado y especificado este requisito. El XIII Congreso del Partido continuó enfatizando: « Promover eficazmente la fortaleza integral del país en combinación con la fortaleza de los tiempos» (3) .
En el contexto de una integración internacional cada vez más profunda, el Partido aboga por la implementación de una política exterior independiente, autosuficiente, pacífica, cooperativa y orientada al desarrollo; integrándose de manera proactiva y activa, de forma integral y profunda, en el mundo, velando por los más altos intereses nacionales y manteniendo la orientación socialista. Esto constituye un nuevo enfoque en el pensamiento de política exterior del Partido, que refleja una profunda convicción de que la integración internacional no solo es una exigencia objetiva de la época, sino también una vía para alcanzar la aspiración de un país próspero y feliz.
La participación y promoción proactiva de marcos de cooperación multilateral, así como la firma de numerosos acuerdos de libre comercio de nueva generación, como el CPTPP, el EVFTA y el RCEP, no solo contribuyen a fortalecer la posición del país en el ámbito internacional, sino que también reafirman la capacidad e inteligencia del Partido para combinar eficazmente las fuerzas internas y externas. Sin embargo, nuestro Partido es plenamente consciente de los riesgos y desafíos existentes, a saber: el riesgo de dependencia económica; la erosión de la identidad cultural nacional; la creciente polarización social y los impactos negativos de los valores extranjeros. Por consiguiente, nuestro Partido hace especial hincapié en la necesidad de mantener la independencia, la autonomía, la firmeza en los objetivos socialistas y el fortalecimiento de la « resistencia endógena » mediante la consolidación del gran bloque de unidad nacional, el fortalecimiento del poder blando cultural y la educación en ideología política y ética revolucionaria.
En resumen, la perspectiva de combinar la fortaleza nacional con la fortaleza de la época constituye una unidad dialéctica entre teoría y práctica, entre fortaleza interna y externa, entre autosuficiencia y aprovechamiento de las oportunidades internacionales. Esto no es solo una lección histórica extraída de los éxitos y las limitaciones del proceso revolucionario, sino también un principio rector fundamental que garantiza la orientación estratégica y mantiene el liderazgo integral del Partido en la causa del desarrollo nacional. La aplicación correcta y flexible de esta ideología creará una nueva posición y fortaleza para que Vietnam continúe reafirmando su posición, mejore su competitividad nacional, alcance con éxito el ideal de un pueblo próspero, un país fuerte, la democracia, la justicia, la civilización y avance firmemente por el camino del socialismo.
Cuestiones planteadas
En primer lugar, hay que comprender correctamente el contexto internacional y situar con precisión los tiempos.
En un contexto mundial en constante y rápida transformación, comprender correctamente la naturaleza y las tendencias de la época es un requisito fundamental para el Partido a la hora de planificar y organizar la implementación de las directrices revolucionarias. Actualmente, el mundo atraviesa una nueva etapa de desarrollo marcada por numerosos factores impredecibles y cambiantes, tales como: el impacto a largo plazo de la pandemia de COVID-19; los conflictos militares, económicos y tecnológicos entre las grandes potencias, en particular el conflicto militar entre Rusia y Ucrania; el proceso de diferenciación y reconfiguración de las alianzas globales; la profunda transformación de las cadenas de suministro; el aumento de los riesgos de seguridad, tanto tradicionales como no tradicionales; y el vertiginoso desarrollo de la Cuarta Revolución Industrial.
En este contexto, identificar correctamente la naturaleza de la era —a la luz del marxismo-leninismo como el período de transición del capitalismo al socialismo— sigue siendo un requisito fundamental del pensamiento teórico y la acción revolucionaria del Partido. Se trata de un período complejo y prolongado, marcado por numerosas contradicciones y un desarrollo desigual entre países y regiones. Si bien el socialismo actual aún no ha demostrado plenamente sus ventajas, está consolidando gradualmente la senda del desarrollo sostenible y humano para el futuro de la humanidad. El capitalismo ostenta una ventaja relativa en economía, tecnología y comunicaciones, pero también revela una serie de contradicciones sistémicas, tales como: la polarización entre ricos y pobres, la crisis ecológica global, la incapacidad de brindar felicidad a la población y una creciente inestabilidad política y social.
Partiendo de esta realidad, el Partido Comunista de Vietnam identificó claramente que este es un momento que presenta tanto desafíos existentes como nuevas oportunidades para que Vietnam logre un avance significativo si sabe aprovecharlas. Tendencias importantes como la transformación digital, la inteligencia artificial, la economía digital, la economía circular, el desarrollo sostenible, la transición energética y la economía verde se están convirtiendo en fuerzas impulsoras estratégicas para el desarrollo. Comprender, dominar y moldear estas tendencias no es solo una cuestión de desarrollo económico, sino también de proteger la independencia y la soberanía nacionales, y de mantener la orientación socialista en el contexto de la globalización.
Por lo tanto, el Partido necesita mejorar constantemente su capacidad de pensamiento estratégico y de previsión, y construir de forma proactiva escenarios de desarrollo adecuados para cada etapa y contexto mundial. Comprender correctamente los tiempos no implica una aceptación pasiva de las tendencias externas, sino un proceso de posicionamiento activo en el orden internacional, creando así un camino propio para la nación: el camino de la independencia nacional vinculada al socialismo. La firmeza en los principios, la flexibilidad en las estrategias y el profundo análisis del contexto internacional sentarán las bases para que nuestro Partido continúe liderando la causa de la innovación, la integración y el desarrollo sostenible del país en la nueva era.
Segundo, determinar con precisión la posición y la fuerza interna de la nación.
Además de comprender correctamente la naturaleza de los tiempos, es fundamental ubicar con precisión la posición de desarrollo del país y medir adecuadamente su capacidad endógena para alcanzar los objetivos estratégicos de la revolución vietnamita. Tras casi 40 años de implementación de la política de renovación, bajo el liderazgo del Partido, nuestro país ha logrado importantes avances, reconocidos por la comunidad internacional. El crecimiento del PIB es estable, la estructura económica ha evolucionado positivamente, el ingreso promedio per cápita alcanzó los 5.000 USD y la calidad de vida de la población ha mejorado significativamente. Vietnam es uno de los países pioneros en la implementación exitosa de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y se acerca gradualmente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Sin embargo, además de estos logros, aún enfrentamos numerosos desafíos fundamentales y persistentes, entre ellos: el riesgo de caer en la trampa del ingreso medio; la brecha de desarrollo con respecto a los países avanzados de la región y del mundo sigue siendo considerable; la baja productividad laboral; la calidad de los recursos humanos no cumple con los requisitos; y la capacidad de autosuficiencia en ciencia y tecnología aún es limitada. Esto plantea la necesidad urgente de reevaluar profundamente las fortalezas endógenas del país, proponiendo así una estrategia para movilizar, asignar y utilizar los recursos, y crear motores de desarrollo de manera sistemática, sustancial y sostenible.
Al combinar la fortaleza nacional con la coyuntura actual, la fortaleza interna del país desempeña un papel fundamental y decisivo. Esta fortaleza interna no se limita a los recursos naturales y una gran población, sino que, aún más importante, abarca la calidad del crecimiento, las instituciones, la eficiencia de la gobernanza nacional, la firmeza política del Partido, el patriotismo, la solidaridad nacional y la riqueza cultural vietnamita. Para un desarrollo rápido y sostenible, nuestro Partido necesita maximizar su fortaleza interna, al tiempo que mejora su capacidad de absorber las fuerzas externas, mediante una integración proactiva, manteniendo la independencia, la autonomía y la orientación socialista.
Por lo tanto, fortalecer el liderazgo integral del Partido es un factor clave y decisivo. Especialmente en el contexto de una integración cada vez más profunda y una feroz competencia global, resulta vital continuar construyendo una postura de defensa nacional vinculada a la seguridad del pueblo, y consolidar una economía independiente y autónoma, asociada a una economía de mercado con orientación socialista. Asimismo, el Partido necesita promover constantemente su fortalecimiento y rectificación; combatir resueltamente la corrupción, el despilfarro, la negatividad y la degradación de la ideología política, la ética y el estilo de vida; y prevenir la «autoevolución» y la «autotransformación» dentro del Partido. Esto no solo es un requisito inmediato, sino también una condición fundamental y a largo plazo para asegurar el liderazgo del Partido, mantener la confianza del pueblo, consolidar la fortaleza interna de la nación para estar preparada para superar todos los desafíos, aprovechar las oportunidades y hacer realidad la aspiración de construir un país próspero y feliz.

En tercer lugar, sea proactivo y flexible en la integración internacional.
En un mundo de cambios rápidos e impredecibles, la integración internacional y el aprovechamiento de las oportunidades actuales constituyen una necesidad objetiva, convirtiéndose en un requisito inherente al desarrollo del país. Nuestro Partido define claramente que la integración internacional no es solo un medio para ampliar la cooperación económica, sino también una estrategia integral para fortalecer la posición nacional, consolidar la fortaleza integral y garantizar un desarrollo independiente, autónomo y sostenible. La integración no está separada de la causa de defender la patria, mantener la estabilidad política y la seguridad nacional, y desarrollar el país en la senda del socialismo, sino que se encuentra orgánicamente vinculada a ella (4) .
Ante la ola de reestructuración de la cadena de valor global, la creciente tendencia al proteccionismo, la competencia estratégica entre las grandes potencias y el profundo cambio en la distribución del poder mundial, la integración internacional ha trascendido con creces el ámbito de la economía y el comercio tradicionales. Se trata de un proceso que implica participar en la configuración de las reglas del juego internacionales, fortalecer la adaptabilidad y la autosuficiencia del país frente a las crisis globales, desde epidemias y conflictos armados hasta el cambio climático y los riesgos financieros. Por consiguiente, la proactividad y la flexibilidad del Partido en la planificación de su estrategia de integración, con una mentalidad independiente y autónoma, y firmeza en el objetivo de la independencia nacional vinculada al socialismo, constituyen una clara manifestación del temple y la inteligencia del liderazgo revolucionario en la nueva era.
A partir de la práctica de la integración profunda y las exigencias del desarrollo nacional en el nuevo período, el XIII Congreso Nacional del Partido afirmó que la tarea urgente y a largo plazo es seguir impulsando la innovación en el modelo de crecimiento, reestructurando la economía hacia la modernidad, la sostenibilidad, la autonomía y la creatividad. En ese sentido, es necesario centrarse en reformas estratégicas, haciendo hincapié en resoluciones clave —consideradas pilares para el desarrollo nacional— como la Resolución n.º 57-NQ/TW sobre avances en ciencia y tecnología, innovación y transformación digital nacional; la Resolución n.º 59-NQ/TW sobre la integración internacional en el nuevo contexto; y la Resolución n.º 68-NQ/TW sobre el desarrollo económico privado. Resolución N° 66-NQ/TW sobre innovación en la elaboración y aplicación de leyes para satisfacer las necesidades del desarrollo nacional en la nueva era... Junto con la implementación efectiva de estas resoluciones estratégicas, el Partido debe continuar impulsando con firmeza la eliminación de los obstáculos institucionales, promoviendo la reforma administrativa, mejorando el entorno de inversión y negocios, fortaleciendo la eficacia de la gobernanza nacional y desarrollando simultáneamente un sistema de infraestructura moderno e inteligente con alta conectividad con la región y el mundo. Estos son pilares indispensables para crear una base sólida que garantice que el proceso de integración internacional de Vietnam se lleve a cabo de manera proactiva, efectiva y con identidad propia, firmemente encaminado hacia el socialismo.
Uno de los requisitos fundamentales para una integración exitosa es el desarrollo de recursos humanos de alta calidad. En la era digital y la globalización, el pueblo vietnamita no solo necesita conocimientos profesionales, sino también pensamiento independiente, firme voluntad política, creatividad, adaptabilidad e integración con el mundo. El Partido debe seguir impulsando la innovación fundamental e integral de la educación y la formación, combinando armoniosamente ciencia, tecnología, cultura y personas, entre el conocimiento moderno y la identidad nacional.
Junto con los factores materiales, el trabajo ideológico, la propaganda y la educación político-cultural desempeñan un papel fundamental. El Partido debe mejorar constantemente la eficacia de la comunicación de políticas, fomentar la confianza y el consenso social, y promover el papel del pueblo como sujeto principal en la causa de la integración y el desarrollo. Cada ciudadano, cada cuadro y cada miembro del partido debe comprender claramente sus derechos y obligaciones en la integración, contribuir activamente a la protección de los intereses nacionales, preservar la identidad cultural nacional y difundir los valores vietnamitas en el mundo.
La integración internacional es un proceso multidimensional y a largo plazo, con numerosas oportunidades pero también con muchos desafíos. El éxito de la integración no puede provenir de una mentalidad reactiva o pasiva, sino que debe originarse en una estrategia proactiva, valiente y creativa. Solo cuando el Partido mantenga su liderazgo fundamental, oriente claramente la estrategia y organice una implementación sincronizada en todos los ámbitos —desde la economía y la política hasta la cultura y la sociedad— el poder de la integración se convertirá verdaderamente en la fuerza motriz que impulse el desarrollo rápido y sostenible del país en la senda del socialismo.
Algunas soluciones para fortalecer la combinación de la fortaleza nacional con la fortaleza de los tiempos en la nueva situación
Para potenciar la combinación de la fortaleza nacional con la fortaleza de los tiempos en la nueva era, es necesario prestar atención a las siguientes soluciones:
En primer lugar , es preciso seguir perfeccionando el sistema teórico del Partido sobre la combinación de la fortaleza nacional con la fortaleza de los tiempos en la nueva era. Esto constituye una base importante para orientar el pensamiento estratégico y formular políticas para el desarrollo nacional en un período de globalización cada vez más profunda e inestable. El sistema teórico debe actualizarse a partir de la práctica de la innovación y la integración, al tiempo que se profundiza en los argumentos centrales sobre el papel de la fortaleza interna nacional en la absorción y selección proactivas de los valores progresistas de la época.
En segundo lugar, promover la educación política e ideológica para sensibilizar a los cuadros, miembros del partido y al pueblo sobre la importancia estratégica de aunar la fuerza nacional con la fuerza de la época. Esto contribuye a fortalecer la confianza en la senda del desarrollo socialista, fomentando la motivación para la acción en cada individuo y organización para llevar a cabo eficazmente las tareas políticas, económicas, culturales, de defensa y seguridad, y de relaciones exteriores.
En tercer lugar, es fundamental descubrir, formar y promover un equipo de cuadros con una sólida voluntad política, visión estratégica y sensibilidad hacia las tendencias de la época. En un contexto de intensa competencia global, los líderes deben ser una fuerza pionera, audaces en pensar, actuar y asumir responsabilidades, y al mismo tiempo, capaces de conectar tradición y modernidad, teoría y práctica, valores nacionales y tendencias de desarrollo global.
En cuarto lugar, es necesario fortalecer la capacidad del sistema político para la respuesta política y la previsión estratégica, especialmente ante la complejidad de la situación regional y mundial. Se requiere la creación de centros de investigación estratégica y el fomento de mecanismos de vinculación entre el Estado, las empresas y los intelectuales para proponer con prontitud soluciones políticas flexibles que garanticen los intereses nacionales en un mundo impredecible y en constante cambio. Asimismo, se debe construir un aparato administrativo ágil, eficaz y eficiente para mejorar la capacidad de organizar la implementación de políticas, adaptarse rápidamente y aprovechar las oportunidades que ofrece la integración internacional.
Las soluciones anteriores no solo son urgentes, sino también un requisito estratégico a largo plazo para fortalecer el liderazgo del Partido en la combinación estrecha y armoniosa de la fuerza nacional con la fuerza de los tiempos, asegurando un desarrollo sostenible, independiente y autosuficiente y afirmando cada vez más la posición de Vietnam en el ámbito internacional.
Combinar la fuerza nacional con la fuerza de los tiempos es el principio rector de todo el proceso de la revolución vietnamita bajo el liderazgo del Partido. Ante las oportunidades y los desafíos interrelacionados de la nueva era, seguir fortaleciendo el liderazgo del Partido en este ámbito es fundamental para el futuro de la nación. Se trata de una cuestión estratégica para garantizar una base sólida a largo plazo para los objetivos de desarrollo del país hasta 2045. Construir un Vietnam próspero y feliz, con una posición cada vez más destacada en el ámbito internacional, exige una conexión dialéctica, fluida y eficaz entre la fortaleza interna de la nación y la fortaleza externa de los tiempos, bajo el liderazgo firme, sabio e integral del Partido Comunista de Vietnam.
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(1) Ho Chi Minh: Obras Completas , Editorial Política Nacional de la Verdad, Hanoi, 2011, vol. 6, pág. 219
(2) Documentos de los Congresos del Partido en el período de innovación e integración (Congresos VI, VII, VIII, IX, X), Editorial Política Nacional, Hanoi, 2008, pág. 23
(3) Documentos del XIII Congreso Nacional de Delegados , Editorial Política Nacional La Verdad, Hanói, 2021, vol. I, pág. 112
(4) Documentos del XIII Congreso Nacional de Delegados , op. cit ., págs. 111-112
Fuente: https://tapchicongsan.org.vn/web/guest/quoc-phong-an-ninh-oi-ngoai1/-/2018/1166602/tang-cuong-su-lanh-dao-cua-dang-trong-ket-hop-suc-manh-dan-toc-va-suc-manh-thoi-dai.aspx






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