Dormir lo suficiente, reducir el estrés, comer sano y hacer ejercicio moderadamente pueden ayudar a que su próxima dosis produzca una mejor inmunidad.
Algunos científicos creen que un estilo de vida saludable ayuda al cuerpo a responder mejor a las vacunas. Una investigación publicada en 2022 en el British Journal of Sports Medicine demostró que dos horas y media de ejercicio a la semana aumentaban la protección de las vacunas y reducían el riesgo de hospitalización, enfermedad grave...
Duerme lo suficiente
Dormir lo suficiente tiene muchos beneficios, como fortalecer el sistema inmunitario. Dormir bien aumenta la actividad de los glóbulos blancos especializados (linfocitos T), lo que mejora la respuesta a muchas vacunas, como la de la gripe y la hepatitis A y B.
Un estudio publicado en marzo en la revista Current Biology reveló que las personas que dormían menos de seis horas por noche presentaban una respuesta inmunitaria más baja que quienes dormían lo suficiente. Otro estudio de 2012 sobre personas vacunadas contra la hepatitis B reveló que dormir menos de seis horas por noche reducía la respuesta inmunitaria once veces más eficazmente que dormir más de siete horas.
Reducir el estrés
Según un artículo científico publicado en 2021 en la revista Sage , numerosos estudios demuestran la relación entre el estrés, la depresión, la soledad y la respuesta del sistema inmunitario a las vacunas. Los cuidadores de pacientes con demencia o estrés crónico presentan una menor respuesta a las vacunas contra la gripe y el neumococo que quienes presentan menos estrés.
Por lo tanto, los expertos sugieren que las personas hagan ejercicio regularmente, duerman lo suficiente y practiquen técnicas de relajación como respiración profunda, meditación y yoga para reducir el estrés y aumentar la eficacia de la vacuna.
Aumento de la actividad física
La actividad física regular también ayuda a fortalecer el sistema inmunitario. Según un estudio de 2007, los adultos mayores físicamente aptos respondieron mejor a las vacunas contra el tétanos y la gripe que sus compañeros con menor condición física. Los adultos mayores que hacían ejercicio vigoroso durante al menos 20 minutos tres o más veces por semana tuvieron una respuesta inmunitaria más fuerte a la vacuna contra la gripe que los adultos mayores con un estilo de vida moderado o sedentario.
El ejercicio ayuda a reducir el estrés, aumentar la inmunidad y responder mejor a las vacunas. Foto: Freepik
Dieta antiinflamatoria
Una dieta antiinflamatoria también fortalece el sistema inmunitario. Se recomienda consumir más frutas, verduras, cereales integrales, soja integral y pescado; además, se debe reducir el consumo de alimentos procesados, grasas y azúcares. Al comer, se deben complementar alimentos ricos en fibra, que promueven el desarrollo de las bacterias intestinales, y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, ya que afecta negativamente al sistema inmunitario.
Chile (Según Prevención )
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