A partir del 11 de septiembre de 2025 entrarán en vigor nuevas regulaciones sobre la emisión de bonos públicos en Vietnam.
En consecuencia, hay algunos cambios importantes: limitar el ratio máximo de apalancamiento deuda/capital a 5 veces, simplificar el proceso de aprobación para las entidades de crédito y acortar el plazo para poner los bonos a negociación en el mercado secundario tras el registro de 90 días a 30 días.
Cabe destacar que todas las emisiones de bonos públicos, independientemente de su tamaño, deben contar con una calificación crediticia, aplicable al emisor o a cada bono. Se prevén exenciones para entidades de crédito o bonos con pago total de principal e intereses garantizado por entidades de crédito o instituciones financieras internacionales.
VIS Rating dijo que se espera que estos cambios sean una fuerza impulsora para mejorar la eficiencia y la disciplina del mercado, sentando las bases para un mercado de bonos más estable y sostenible.
A largo plazo, los emisores tendrán un acceso más rápido y flexible al capital, mientras que los inversores se beneficiarán de información más clara sobre los riesgos y de productos de inversión más diversos.
El nuevo límite de apalancamiento de la deuda es parte de un conjunto de criterios de seguridad financiera que los emisores deben cumplir, incluyendo garantizar la seguridad del capital, operaciones rentables y ninguna deuda vencida.
VIS Rating proporciona datos adicionales basados en 1.480 empresas cotizadas y registradas, de las cuales aproximadamente el 75% han cumplido los requisitos sobre límites de apalancamiento y operaciones rentables.
El mercado de bonos irá cambiando gradualmente su foco hacia empresas con balances más saludables y flujos de caja más estables.
Esta tendencia muestra un claro cambio con respecto a la crisis de liquidez de 2022-2023, cuando varias empresas con un alto nivel de apalancamiento y un flujo de caja bajo incurrieron en impago de bonos. Se espera que la simplificación de los procesos administrativos y de gestión agilice la emisión de bonos y aumente la liquidez del mercado.
Al mismo tiempo, la decisión de exigir calificaciones crediticias para las emisiones de bonos públicos también marca un punto de inflexión importante, muchos años después de que el Gobierno estableciera por primera vez este objetivo en su hoja de ruta para el desarrollo del mercado de bonos corporativos en 2017.
Sin embargo, la cobertura actual es muy limitada: cinco agencias nacionales de calificación crediticia califican actualmente solo 89 empresas y nueve tipos de bonos, lo que equivale al 23 % del número de empresas emisoras y al 0,4 % del total de bonos en circulación. Esta brecha demuestra la urgencia y la oportunidad de aplicar las calificaciones crediticias de forma generalizada en todo el mercado.
Si las calificaciones crediticias obligatorias para bonos individuales se aplicaran de manera consistente y sistemática para facilitar la evaluación de riesgos y la fijación de precios, como lo han hecho los mercados de bonos desarrollados de la región desde los años 1990, las calificaciones crediticias contribuirían a mejorar la transparencia y la confiabilidad del mercado.
A medida que se fortalece la confianza entre emisores e inversores, el mercado de bonos vietnamita puede transformarse fuertemente, preparándose para recibir estructuras financieras más complejas y atraer más inversores extranjeros.
Sin embargo, las nuevas normas eximen a ciertos grupos de emisores y eximen a los bonos de límites de apalancamiento o requisitos de calificación crediticia, o de ambos. Si bien estas exenciones pueden impulsar la emisión, también plantean el riesgo de mantener estándares desiguales, permitiendo que se sigan ignorando cuestiones crediticias fundamentales.
En concreto, el hecho de que no se exijan calificaciones crediticias a las entidades de crédito ni a los bonos garantizados, ni tampoco a los bonos, no debe interpretarse como una exención de riesgo para estos bonos y empresas. Los bonos de bancos y entidades financieras de consumo aún presentan riesgos crediticios y deben evaluarse cuidadosamente, señaló VIS Rating.
Por lo tanto, los inversores en bonos deben evaluar la solidez y la estructura de las garantías crediticias, así como supervisar de cerca la situación financiera del garante durante la vigencia del bono. Actualmente, la fijación de precios de bonos basada en el riesgo sigue siendo un tema turbio, según el equipo de análisis. A medida que el mercado de bonos vietnamita se expande con más emisores e instrumentos más complejos, la falta de una curva de rendimiento para los bonos corporativos se está convirtiendo en un obstáculo.
Sin un estándar de valoración unificado, los inversores tendrán dificultades para comparar y determinar el valor justo, lo que generará un mayor riesgo y el riesgo de una asignación inadecuada de activos.
Por lo tanto, construir un mecanismo de precios sólido ya no es una opción, sino una condición fundamental para garantizar la transparencia del mercado y la confianza de los inversores.
Fuente: https://baodautu.vn/thi-truong-trai-phieu-doanh-nghiep-se-xoay-truc-sang-cac-doanh-nghiep-lanh-manh-hon-d413910.html
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