El hábito de trasnochar durante mucho tiempo altera el ritmo circadiano del hígado, aumenta el estrés oxidativo, la inflamación endotelial del hígado y aumenta el riesgo de enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).

Quedarse despierto hasta tarde puede alterar el ritmo biológico del hígado, aumentando el riesgo de padecer enfermedad del hígado graso.
FOTO: AI
Quedarse despierto hasta tarde daña el hígado a través de los siguientes efectos:
Alteraciones del ritmo circadiano hepático
Como muchos otros órganos, el hígado también tiene su propio reloj biológico, que ayuda a coordinar las actividades metabólicas en un ciclo de 24 horas. Al trasnochar o dormir de forma irregular, los relojes biológicos del cerebro y el hígado se desincronizan, lo que provoca una pérdida de coordinación entre los ciclos de alimentación, digestión y metabolismo.
Las consecuencias de esta alteración del ritmo circadiano son favorecer trastornos metabólicos, aumentar el riesgo de enfermedad del hígado graso y cáncer de hígado
Trasnochar mucho también obliga al hígado a trabajar fuera de su horario habitual, bajo presión para recibir los nutrientes de la cena tardía. Además, el proceso de recuperación de las células hepáticas también se ve afectado.
Hepatitis
La falta de sueño o trasnochar es una forma de estrés fisiológico que aumenta la producción de radicales libres y el estrés oxidativo en el tejido hepático. Esta condición, si se prolonga, estimula una respuesta inflamatoria y activa los macrófagos hepáticos y las células estrelladas hepáticas para que liberen citocinas inflamatorias. El resultado es daño a la estructura hepática y fibrosis si se prolonga.
Aumento de la acumulación de grasa en el hígado
Una consecuencia de trasnochar es la alteración de la regulación del azúcar en sangre, el aumento de la estimulación del sistema nervioso simpático y los niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés. Todo esto contribuye a la resistencia a la insulina, lo que provoca una mayor acumulación de grasa en el hígado y un hígado graso.
Cambios hormonales
Trasnochar o no dormir lo suficiente durante mucho tiempo suele alterar hormonas como el cortisol, la leptina y la grelina. Estas hormonas afectan el estrés, el apetito y el metabolismo.
En particular, un nivel alto de cortisol por la noche puede estimular una mayor síntesis de glucosa y elevar el azúcar en sangre. Como resultado, el hígado tiene que trabajar más, lo que provoca un aumento de las enzimas hepáticas. Esta condición, si se prolonga, puede debilitar la función hepática, según Healthline .
Fuente: https://thanhnien.vn/thuc-khuya-anh-huong-gan-ra-sao-185251011131551281.htm
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