En Nanning, China, la Sra. Wang, de 46 años, soportó en silencio la amargura y la impotencia de trabajar como empleada doméstica interna. Vivía y comía con su empleadora todos los días y recibía un salario de hasta 7500 yuanes (equivalente a 26,3 millones de dongs), pero la Sra. Wang no estaba muy contenta.
Nació y creció en el campo, y para poder ayudar a su hijo a terminar sus estudios universitarios, decidió dejar su pueblo natal e ir a la ciudad a trabajar. Tras investigar mucho, la Sra. Vuong encontró trabajo como empleada doméstica. La empleadora era una pareja de mediana edad con un hijo que cursaba la secundaria en casa. Pensó que este trabajo no solo le ayudaría a ganar dinero, sino también a tener un hogar estable donde vivir.
Durante los primeros meses, la Sra. Vuong sintió que este trabajo no estaba mal. El jefe y su esposa eran tranquilos, y los niños se portaban bien. Todos los días, ella era responsable de limpiar la casa, cocinar y lavar la ropa. Sin embargo, con el tiempo, la Sra. Vuong descubrió que este trabajo no era tan sencillo como había imaginado.

Ilustración. Foto: Sohu
En primer lugar, a la Sra. Vuong le resultaba muy incómodo vivir y comer con su empleadora. Siempre tenía que prestar atención a sus palabras y acciones, por miedo a violar accidentalmente los tabúes de la casa. Para comer, tenía que esperar a que su empleadora usara sus palillos primero, y para dormir, tenía que esperar a que todos descansaran antes de apagar las luces. Una vida tan limitada la fue deprimiendo poco a poco.
En segundo lugar, la alta intensidad del trabajo también es una de las razones por las que la tía Vuong se siente incómoda. Todos los días tiene que trabajar de la mañana a la noche, casi sin tiempo para descansar. A veces, cuando el jefe tiene visitas o sus hijos tienen imprevistos, tiene que trabajar horas extras hasta altas horas de la noche. Las largas y duras jornadas laborales hacen que el cuerpo de esta mujer de 46 años no lo aguante, pero no se atreve a quejarse porque sabe que este trabajo no es fácil de encontrar.
Lo que hacía a la Sra. Wang aún más insoportable era que la actitud de sus empleadores hacia ella había cambiado gradualmente. Empezaron a criticarla, acusándola de no hacer bien su trabajo. A veces, solo porque la comida no era buena o el suelo estaba sucio, se enfurecían.
Otra cosa que desesperaba a la Sra. Vuong era la actitud de los niños de la casa. Con el paso del tiempo, el respeto de los niños fue desapareciendo. Al igual que sus padres, estos niños comenzaron a tratarla con menos intimidad, a veces incluso hablándole con dureza.
Ante este dilema, la Sra. Wang le propuso matrimonio a su empleador con la esperanza de mejorar su relación. Pero ni él ni su esposa parecían comprender la gravedad del problema. Situaciones como esta seguían ocurriendo. Esto hizo que la Sra. Wang se sintiera muy impotente y desesperanzada. Empezó a dudar de si su decisión inicial había sido la correcta.

Ilustración. Foto: Sohu
Por casualidad, la Sra. Vuong conoció a un amigo que también trabajaba como empleada doméstica. Esta persona le contó que había pasado por un dilema similar. Posteriormente, decidió dejar su trabajo para buscar una familia más adecuada.
Tras escuchar la historia de su amiga y reflexionar sobre ella, la Sra. Wang decidió dejar su trabajo. Sabía que perdería su trabajo estable, pero también sabía que no podía soportar esa vida. Creía que encontraría un trabajo más adecuado y una vida más cómoda.
La historia de la mujer de 46 años, tras publicarse en línea, ha generado opiniones encontradas. Algunos piensan que trabajar para alguien más es aceptable. Otros dicen que, independientemente del trabajo que se haga, se debe ser respetado.
Pero el caso de la Sra. Vuong nos ha mostrado, en cierta medida, el lado oscuro del trabajo de una empleada doméstica que vive con un empleador. Quienes no trabajan allí pueden verlo como un trabajo ligero y con un salario alto, pero en realidad, tiene un precio.
Según Sohu
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/nu-giup-viec-46-tuoi-hang-thang-duoc-tra-26-trieu-bao-an-o-tuong-viec-nhe-luong-cao-nhung-khong-phai-172240612075516782.htm
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