Los infartos son una de las principales causas de muerte en el mundo y suelen aparecer de forma repentina. Sin embargo, no ocurren espontáneamente, sino que son el resultado de una serie de factores que se acumulan con el tiempo.
Consumir muchas grasas saturadas, llevar una vida sedentaria, beber mucho alcohol y fumar son factores que contribuyen a los infartos. Pero, de hecho, algunos hábitos aparentemente inofensivos también pueden contribuir a desencadenar esta peligrosa enfermedad, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
Suspender la medicación para la hipertensión, la diabetes y el colesterol aumenta el riesgo de sufrir un infarto.
Entre los hábitos inesperados que aumentan el riesgo de sufrir un ataque cardíaco se incluyen:
Deje de tomar la medicación
Muchas personas toman medicamentos regularmente para controlar la presión arterial alta, la diabetes o el colesterol alto. Si se omite la medicación, estas afecciones pueden quedar sin control y aumentar el riesgo de sufrir un infarto.
Lo mejor es que el paciente siga estrictamente las instrucciones del médico para tomar la medicación. Nunca debe interrumpir ni cambiar la medicación sin consultar a un médico.
Demasiada cafeína
El consumo moderado de cafeína es seguro y saludable. Sin embargo, un consumo excesivo puede provocar nerviosismo, hipertensión y un mayor riesgo de infarto, especialmente en personas con cardiopatías preexistentes.
Para evitar esta situación, los expertos recomiendan limitar el consumo de cafeína a menos de 400 mg/día, el equivalente a 4 tazas de café. Cabe destacar que la cafeína no solo se encuentra en el café, sino también en el té, las bebidas energéticas, el chocolate y algunos medicamentos.
Bebe menos agua
Beber poca agua puede deshidratar el cuerpo, reducir el volumen sanguíneo, aumentar la frecuencia cardíaca y sobrecargar el corazón. Esto incrementa el riesgo de sufrir un infarto, especialmente en personas mayores y en quienes padecen enfermedades cardíacas. Para evitar este riesgo, lo mejor es beber suficiente agua.
comer demasiado
Comer en exceso, sobre todo alimentos ricos en calorías, grasas saturadas y sal, aumenta la presión arterial y los niveles de colesterol en sangre. El exceso de calorías se acumula en forma de grasa y ejerce presión sobre el corazón, lo que puede provocar un infarto.
El ejercicio repentino de alta intensidad puede provocar un ataque cardíaco.
El ejercicio intenso y repentino sin un calentamiento adecuado puede sobrecargar el corazón, especialmente en personas que no hacen ejercicio con regularidad. Esto puede provocar arritmias o un infarto.
Por lo tanto, es necesario que todos calienten bien antes de hacer ejercicio o entrenar. Los ejercicios de calentamiento deben ser suaves y luego aumentar gradualmente la intensidad, según Healthline .
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Fuente: https://thanhnien.vn/5-thoi-quen-de-gay-kich-hoat-con-dau-tim-185241225164416906.htm






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