En Phu Tho, un niño de 3 años estaba jugando cuando fue atacado por dos perros pastores alemanes de su vecino, cada uno de unos 25 kg. El perro le rompió el riñón derecho, dejándolo en estado crítico.
El 1 de abril, el Dr. Nguyen Duc Lan, jefe del Departamento de Cirugía Pediátrica del Hospital de Obstetricia y Pediatría de Phu Tho, declaró que el niño fue ingresado en estado de pánico, con múltiples heridas en la cabeza, la cara, la ingle, la espalda y las piernas, y sangre en la orina.
El niño recibió primeros auxilios, limpieza de heridas, vacunas contra el tétanos y la rabia. Se realizaron ecografías y radiografías para evaluar la extensión del daño, y los médicos determinaron que tenía el riñón derecho roto. Una tomografía computarizada reveló que el riñón derecho estaba roto en dos.
Se le colocó una sonda urinaria al niño para controlar el color y la cantidad de orina, se le trató con una combinación de tres antibióticos y se le monitorizaron la hemodinámica y la saturación de oxígeno en sangre. El segundo día de hospitalización, recibió una transfusión de 150 ml de concentrado de glóbulos rojos.
Después de 4 días, el niño ahora está alerta, no tiene fiebre, las heridas de tejidos blandos tienen una supuración mínima de los apósitos, el abdomen no está distendido, hay dolor a la palpación en el flanco derecho y la orina es clara.
La tomografía computarizada mostró que el riñón derecho del niño estaba fracturado en dos. (Imagen: Proporcionada por el hospital)
El Dr. Lan evaluó este caso como complejo; las lesiones externas de tejidos blandos no fueron demasiado graves, pero el traumatismo abdominal cerrado provocó una rotura renal grave. El niño requería una vigilancia estrecha y una intervención quirúrgica de emergencia si el tratamiento conservador resultaba ineficaz.
Una semana antes, el 23 de marzo, el Departamento de Cirugía General Pediátrica recibió a un paciente de 4 años que había sido mordido por un perro de la familia en la cabeza y la mano derecha, con múltiples abrasiones, incluidas dos laceraciones en el cuero cabelludo, y sangrando profusamente.
Los médicos aconsejan a los padres y cuidadores no permitir que los niños jueguen con perros y gatos, especialmente con perros desconocidos o animales grandes. Si un niño es mordido o herido por un perro, gato o animal salvaje, debe ser llevado a un centro médico para recibir tratamiento y vacunación lo antes posible.
Los dueños de mascotas también deben asegurarse de que sus mascotas reciban todas las vacunas necesarias y las dosis de refuerzo anuales recomendadas por las autoridades veterinarias. No se debe permitir que los perros y otras mascotas deambulen libremente por las calles. Al caminar por la calle, los perros y otras mascotas deben usar bozal para evitar que ataquen a otros.
Thuy Quynh
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