El 24 de noviembre, feroces llamas anaranjadas y espeso humo negro llenaron el cielo mientras cientos de casas eran quemadas en un barrio marginal de construcción compacta en la capital filipina, Manila.
Un gran incendio arrasó un barrio marginal en la aldea de Isla Puting Bato, Manila, la capital de Filipinas. |
El Departamento de Bomberos de Manila informó que unas 1.000 viviendas fueron destruidas por el incendio, que se cree que comenzó en el segundo piso de un edificio. No hubo informes inmediatos de víctimas.
Las imágenes proporcionadas por la agencia de desastres de la ciudad mostraron que las casas en la aldea de Isla Puting Bato, que según el departamento de bomberos albergaba a unas 2.000 familias, habían sido destruidas.
Una mujer residente en esta zona, llamada Leonila Abiertas, de 65 años, perdió casi todas sus propiedades pero aún conserva las cenizas de su difunto esposo.
"Sólo recibí la urna con las cenizas de mi marido", dijo entre lágrimas Abiertas a la AFP.
"Realmente no sé cómo puedo empezar mi vida de nuevo después de este incendio".
"Esa zona es propensa a incendios porque la mayoría de las casas allí son de materiales livianos", explicó a la AFP el bombero Geanelli Núñez.
Las autoridades enviaron 36 camiones y cuatro barcos de bomberos para apagar el incendio, mientras que la fuerza aérea también envió dos helicópteros para ayudar.
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Fuente: https://baoquocte.vn/chay-lon-thieu-rui-khu-o-chuot-o-thu-do-philippines-294962.html
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