Celebrada en un contexto en el que muchos países están acelerando la expansión de su influencia en la región, la 10ª Reunión de Líderes de las Islas del Pacífico (PALM) representa una oportunidad para que Japón aumente su voz y su posición ante las naciones insulares de la región.
| Delegados que asistieron a la Conferencia de Líderes de las Islas del Pacífico . (Fuente: japan.kantei.go.jp) |
El 16 de julio, en Tokio, el primer ministro anfitrión, Kishida Fumio, dio la bienvenida a representantes de 18 miembros del Foro de las Islas del Pacífico (PIF) para asistir a PALM 10. La conferencia, que se desarrolla durante tres días, centra su agenda en cuestiones importantes que afectan a la región, desde el fortalecimiento de la seguridad hasta la búsqueda de medidas para responder, mitigar los impactos y adaptarse al cambio climático cada vez más severo.
En su discurso de apertura de la cumbre, el primer ministro Kishida Fumio afirmó que Japón y los países miembros «han estado trabajando estrechamente para abordar desafíos comunes, como el cambio climático y la respuesta ante desastres». Asimismo, aseguró que «a medida que nos adaptamos juntos a las circunstancias cambiantes, Tokio seguirá avanzando junto con las naciones y territorios insulares del Pacífico».
Japón mantiene una relación histórica con los países insulares del Pacífico. Durante más de dos décadas, desde la primera conferencia con estos países en 1997, Tokio ha mantenido una política de apoyo a la región en diversos ámbitos, desde la seguridad marítima hasta la sanidad, la educación y la adaptación al cambio climático. Esta política ha contribuido a que Tokio amplíe su influencia, mejore su imagen y aumente sus intereses nacionales en la región, que se está volviendo cada vez más atractiva.
Además, Japón también necesita una cooperación más sustancial y efectiva con los países de la región para responder a los desafíos que plantea el cambio climático, un problema que ningún país puede abordar con éxito por sí solo. En particular, en el contexto de los países insulares del Pacífico que se enfrentan a graves desastres naturales causados por el cambio climático, incluso con la posibilidad de hundirse en el mar, estos países, al igual que Japón, necesitan una cooperación sustancial según el lema «ayudar a los demás es ayudarse a uno mismo».
Ante esta realidad, uno de los temas que el primer ministro Kishida abordará en profundidad con los países miembros es el vertido de aguas residuales tratadas de la central nuclear de Fukushima. En noviembre de 2023, los líderes de las naciones insulares emitieron una declaración conjunta expresando su profunda preocupación por el vertido de aguas residuales radiactivas por parte de Japón. Según la agencia de noticias francesa AFP , en su discurso previo a la ceremonia de apertura de la Conferencia, el primer ministro Kishida afirmó que Japón y los 18 países miembros han cooperado estrechamente para abordar desafíos comunes, como el cambio climático y la respuesta ante desastres, y reiteró que Tokio sigue acompañando a los países y territorios de la región del Pacífico.
Sin embargo, en el proceso de ampliar la cooperación con las naciones insulares de la región, Tokio también se enfrenta a una competencia cada vez más feroz por parte de las grandes potencias, especialmente del papel y la influencia de China. Muchos observadores consideran que Japón aún cuenta con ventajas significativas. En primer lugar , en cuanto a su metodología, ya que antes de ofrecer cualquier paquete de ayuda, Japón siempre estudia con detenimiento las necesidades reales de sus socios y cómo brindarles un apoyo eficaz, proporcionándoles herramientas para la acción. En segundo lugar, Japón posee un gran potencial económico y una ciencia y tecnología avanzadas, sobre todo en los ámbitos de la vigilancia, la alerta temprana y la respuesta ante desastres naturales y el cambio climático.
Se puede observar que PALM 10 es un foro importante y una oportunidad favorable para que Japón y otros países continúen debatiendo con mayor profundidad, propongan medidas prácticas y eficaces para responder y resolver los desafíos comunes en materia de seguridad, economía y respuesta al cambio climático, y fortalezcan la cooperación para promover la paz, la estabilidad y el desarrollo sostenible en la región y en cada país.






Kommentar (0)