En muchas familias, cuando llega el frío, la necesidad de aumentar la energía y complementar las proteínas suele asociarse con la carne de res o el pescado. La carne de res se considera un alimento altamente energético, mientras que el pescado destaca por ser una fuente de proteínas de fácil absorción.
Sin embargo, los datos nutricionales muestran que el pollo también cumple bien con los dos requisitos anteriores. Con un precio de tan solo un tercio del de la carne de res, un contenido proteico similar al del pescado blanco y una textura más suave que la del cerdo, el pollo se convierte en una opción razonable para las comidas diarias en invierno.
Rompiendo el estereotipo de que la comida nutritiva tiene que ser cara.
Como los precios de la carne de res se mantienen altos y los precios de la carne de cerdo fluctúan constantemente según la oferta y la demanda, el pollo se ha convertido en una opción más estable a lo largo de los años.
En los mercados, el precio de la carne de pollo varía considerablemente según la raza y el método de cría. Los pollos industriales suelen tener un precio de entre 40.000 y 60.000 VND/kg. Los pollos autóctonos suelen tener un precio de entre 50.000 y 70.000 VND/kg, mientras que los pollos locales pueden llegar a costar entre 120.000 y 150.000 VND/kg.

Los precios del pollo varían entre 40.000 y 150.000 VND/kg dependiendo de la raza y los métodos de cría (Foto: Getty).
A pesar de las diferencias entre los tipos, el precio de la carne de pollo es generalmente más accesible que el de la carne roja.
Esta estabilidad refleja las características únicas de la industria avícola. Los modelos modernos de producción intensiva han acortado el ciclo de cría de pollos de engorde a 40-50 días. La tasa de conversión alimenticia alcanza 1,6:1 (lo que significa que por cada 1,6 kg de alimento se logra 1 kg de ganancia de peso), muy inferior a las tasas de 6:1 y 3:1 del ganado vacuno y porcino.
Informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ( FAO) han registrado durante muchos años que las aves de corral son el grupo con la mejor eficiencia de conversión alimenticia en la industria ganadera. Esta cifra es mucho menor que la de las vacas o los cerdos, que requieren grandes cantidades de alimento y un período de crecimiento más prolongado.
Con bajos costos de cultivo y tiempos de cosecha cortos, los precios de venta se mantienen estables incluso cuando el mercado se ve afectado por fluctuaciones de la oferta.
Desde la perspectiva del consumidor, esta diferencia es muy evidente en las comidas familiares. Con el dinero gastado en 500 g de carne de res, muchas familias podrían comprar un pollo entero para preparar dos o tres platos diferentes. Por eso, el pollo suele considerarse una opción rentable, especialmente en épocas de constante aumento de los precios de los alimentos.
Fuente integral de nutrición
El valor nutricional del pollo a menudo se subestima en comparación con otras carnes rojas, mientras que los datos analíticos sugieren lo contrario.
Una porción de 100 g de pechuga de pollo aporta 24,6 g de proteína y solo unos 1,2 g de grasa. Se trata de un alimento rico en proteínas y bajo en grasas, ideal para deportistas y quienes necesitan mantener un peso saludable.
La composición de aminoácidos de la pechuga de pollo es similar a las necesidades del cuerpo y su digestibilidad es de aproximadamente el 94 %, superior al 89 % de la carne de res. Gracias a ello, el cuerpo puede absorber y utilizar esta cantidad de proteína con mayor facilidad.

La pechuga de pollo tiene un alto contenido de proteínas y un bajo contenido de grasas, lo que la convierte en una opción popular entre los deportistas y quienes buscan mantener un peso saludable (Foto: Getty).
El pollo también es una fuente importante de selenio en la dieta. Por cada 100 g de peso, el pollo contiene aproximadamente 12,4 µg de selenio, el doble que la carne de cerdo.
El valor nutricional de la carne de pollo no reside sólo en la pechuga, sino que cada parte tiene sus propias características y aporta diferentes micronutrientes a la comida.
La carne de muslo es una fuente natural de hierro, con aproximadamente 1,3 mg de hierro por cada 100 g. Al consumirse con alimentos ricos en vitamina C, aumenta la capacidad de absorción del hierro, lo que resulta beneficioso para las personas con riesgo de anemia.
El hígado de pollo también destaca por su contenido en vitamina A. La cantidad de vitamina A en el hígado de pollo es mucho mayor que en muchos otros alimentos comunes, incluso unas 25 veces mayor que la de la leche en peso.
Esta versatilidad es lo que le da al pollo su ventaja en la nutrición diaria. Un solo pollo puede satisfacer diversas necesidades, desde proporcionar proteínas de fácil digestión para niños pequeños hasta micronutrientes para personas mayores. Gracias a la posibilidad de combinar varias partes para preparar diversos platos, el pollo ofrece una flexibilidad que no se encuentra en otros tipos de carne.
Un doble regalo: proteger el medio ambiente y la salud.
Elegir pollo no es solo una decisión económica , sino también ambiental. Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) muestran que producir 1 kg de pollo produce solo una novena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero y un tercio del agua que la carne de res.

Se considera que la carne de aves de corral tiene bajas emisiones, lo que coincide con la tendencia de alimentación baja en emisiones en muchos países (Foto: Getty).
Estas cifras explican por qué muchos expertos consideran que las aves de corral son una proteína baja en carbono. A medida que muchos países promueven dietas bajas en emisiones, la tendencia a reducir el consumo de carne roja y aumentarlo se ha convertido en una tendencia ampliamente aceptada.
Para las familias de clase media que valoran la calidad de vida, elegir consumir pollo puede reducir las emisiones de dióxido de carbono en alrededor de 1,5 toneladas por año, equivalente a la capacidad de absorción de carbono de plantar 80 pinos.
La calidad de la carne de pollo en el mercado también ha mejorado gracias a las mejoras en la cadena de suministro. Un sistema de trazabilidad garantiza un control riguroso desde la etapa de cría hasta la venta en supermercados. La tecnología de cadena de frío se ha extendido, lo que permite entregar carne de pollo fresca a muchas provincias y ciudades en 48 horas, manteniendo la seguridad y la frescura.
Cuando la ola de frío llega nuevamente, un plato de pollo cuidadosamente preparado no solo satisface el paladar sino que también proporciona una nutrición integral para el cuerpo durante el invierno y también es una forma de demostrar su compromiso de vivir de manera sustentable con el medio ambiente.
La comida nutritiva a veces no es el plato más caro, sino el que mejor se adapta al cuerpo y al estilo de vida al que aspira cada familia.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/loai-thit-len-ngoi-mua-lanh-nho-giau-dam-ngang-ca-gia-re-hon-thit-bo-20251209182012249.htm










Kommentar (0)