Gracias a sus mecanismos biológicos que ayudan al hígado a desintoxicarse y recuperarse más rápido, las siguientes verduras son muy beneficiosas para las personas con enzimas hepáticas altas.
Perejil
El perejil es una hierba común, pero tiene un poderoso efecto protector del hígado. El antioxidante apigenina del perejil ayuda a aumentar la actividad de las enzimas catalasa y glutatión peroxidasa. Estas son dos enzimas que ayudan a eliminar el peróxido de hidrógeno de las células hepáticas. El peróxido de hidrógeno (H₂O₂) es un oxígeno que puede dañar las células hepáticas si no se controla adecuadamente, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).

La clorofila del perejil puede neutralizar las toxinas y reducir la inflamación del hígado.
FOTO: AI
Además, la clorofila del perejil puede neutralizar toxinas y reducir la inflamación hepática. Un estudio publicado en la revista BMC Complementary Medicine and Therapies demostró que el extracto de perejil redujo las enzimas hepáticas en un 28 % en ratones con daño hepático inducido por paracetamol, a la vez que promovía la regeneración del tejido hepático. Una de las mejores maneras de aprovechar estos beneficios es beber jugo de perejil fresco.
col china
Las hojas de mostaza son una verdura rica en clorofila y glucosinolatos. Estos son dos compuestos que pueden activar enzimas importantes que ayudan a metabolizar y eliminar toxinas de las células hepáticas.
Además, una dieta rica en glucosinolatos puede aumentar la actividad de las enzimas de desintoxicación hepática en aproximadamente un 25 %. Esto contribuye a la regeneración tisular y la recuperación del hígado tras daños.
Al preparar hojas de mostaza, se debe evitar freírlas en abundante aceite, ya que esto aumenta las grasas nocivas y sobrecarga el hígado. En su lugar, se deben hervir ligeramente o cocinar al vapor.
Achicoria
La achicoria contiene inulina, fibra soluble natural que nutre las bacterias intestinales beneficiosas y favorece indirectamente la desintoxicación hepática a través del microbioma intestinal. Además, esta verdura también contiene varios antioxidantes con propiedades antiinflamatorias y hepatoprotectoras.
Un estudio publicado en el Journal of Ethnopharmacology descubrió que después de 8 semanas de uso, el extracto de achicoria redujo las enzimas hepáticas hasta en un 35% en pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico.
La lechuga rizada se puede comer cruda como ensalada, hervida, ligeramente salteada o mezclada con limón. También es importante tener en cuenta que, al consumir lechuga rizada, no se debe consumir con alcohol ni comidas picantes, ya que esto puede reducir sus efectos hepatoprotectores, según Healthline .
Estas verduras son muy buenas para el hígado, sin embargo es recomendable consultar con un especialista antes de consumirlas habitualmente.
Fuente: https://thanhnien.vn/men-gan-cao-an-rau-gi-giup-phuc-hoi-nhanh-185251024124649551.htm










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