La presión arterial generalmente aumenta temprano en la mañana, permanece estable durante el día y disminuye por la noche para permitir que el corazón y los vasos sanguíneos descansen, según The Times of India .
Para las personas con presión arterial alta, diabetes, trastornos del sueño o enfermedades cardíacas, reconocer estos cambios es crucial.
La presión arterial aumenta temprano en la mañana.
Según los expertos, el período entre las 6 y las 9 a. m. suele registrar los niveles más altos de presión arterial del día. Este momento marca la transición del sueño a la vigilia. El cuerpo necesita prepararse para la actividad física y mental, por lo que hormonas como el cortisol y la adrenalina aumentan. Este aumento acelera la frecuencia cardíaca y contrae los vasos sanguíneos, elevando así la presión arterial.
Según las revistas de la Asociación Americana del Corazón, el cambio de día a noche es más pronunciado por la mañana. Las personas con afecciones subyacentes, como hipertensión o diabetes, son más susceptibles porque sus corazones y vasos sanguíneos están sometidos a mayor estrés al comienzo del día.

El período entre las 6 y las 9 a.m. generalmente registra los niveles de presión arterial más altos del día.
Foto: AI
La presión arterial se estabiliza al mediodía.
Después de un aumento brusco por la mañana, la presión arterial se estabiliza desde el final de la mañana hasta la primera hora de la tarde.
Esta fase refleja actividades cotidianas normales, como el trabajo, los desplazamientos, el ejercicio ligero y el procesamiento de información. Estas actividades estimulan el sistema cardiovascular para que funcione de forma constante, pero sin sobrecargarlo.
Sin embargo, muchos hábitos diurnos pueden provocar un aumento temporal de la presión arterial. El estrés laboral, la deshidratación, el consumo excesivo de cafeína, saltarse comidas o estar mucho tiempo sentado pueden provocar fluctuaciones en las lecturas de la presión arterial.
Al final de la tarde, la presión arterial tiende a disminuir ligeramente a medida que el cuerpo entra en un estado relajado.
La presión arterial baja por la noche.
Durante el sueño, el cuerpo entra en una fase de reducción natural de la presión arterial. Según datos de PubMed Central, la reducción suele ser de entre el 10 y el 20 %. Este proceso es necesario para que el corazón y los vasos sanguíneos se recuperen tras un día de actividad.
Algunas personas no experimentan esta disminución. Afecciones como la diabetes, la enfermedad renal, la apnea del sueño o los trastornos del sistema nervioso autónomo pueden provocar que la presión arterial se mantenga alta durante la noche.
Los patrones de sueño irregulares, el uso de pantallas a altas horas de la noche o la mala calidad del sueño también pueden afectar y aumentar la presión arterial nocturna.
Comprender el ritmo circadiano de la presión arterial brinda la oportunidad de proteger la salud cardiovascular. Las personas con alto riesgo o en tratamiento para la hipertensión pueden ser más proactivas en el cuidado de su salud. Esto también ayuda a prevenir complicaciones, estabilizar la presión arterial y mantener una salud cardiovascular segura a diario.
Fuente: https://thanhnien.vn/huyet-ap-dat-dinh-vao-thoi-diem-nao-185251210215146879.htm










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