| Las verduras de hoja verde son ricas en fibra, lo que crea una sensación de saciedad y, por lo tanto, favorece la pérdida de peso. (Fuente: iStock) |
Los expertos en nutrición señalan que el sobrepeso y la obesidad están estrechamente relacionados con la genética, y que la mayor diferencia radica en el nivel de hormonas innatas. Por ejemplo, algunas personas son propensas a problemas con la secreción de insulina, lo que aumenta su probabilidad de ganar peso y un mayor riesgo de obesidad.
Algunas personas tienen problemas con las hormonas que controlan la sensación de saciedad y hambre, lo que les dificulta mantener una dieta saludable. Tienden a comer más de lo que su cuerpo necesita, lo que les lleva a subir de peso.
Además de los factores genéticos, la salud mental y la calidad del sueño también están estrechamente relacionadas con el peso. ETToday sugiere los siguientes cinco aspectos que contribuyen a una pérdida de peso segura, a mantener una buena figura y a minimizar el riesgo de obesidad.
Reducir la ingesta de almidón.
Normalmente, al consumir carbohidratos, estos se descomponen en azúcar o se convierten en energía a corto plazo. Un exceso de esta energía es una de las causas de la acumulación excesiva de grasa.
Es aconsejable reducir gradualmente la ingesta de carbohidratos y comer con moderación alimentos ricos en carbohidratos como arroz, pan, frutas y dulces.
Reducir la inflamación crónica.
La inflamación crónica en el cuerpo facilita la acumulación de grasa al tiempo que reduce la masa muscular.
La inflamación crónica puede ocurrir debido a diversas razones, como el consumo excesivo de ácidos grasos Omega-6, carbohidratos refinados, alimentos fritos, intolerancias o alergias alimentarias a largo plazo o el consumo prolongado de alimentos que pueden dañar el intestino...
Los expertos en nutrición recomiendan que la proporción de ácidos grasos omega-6 y omega-3 también sea muy importante; procurar mantener una proporción de 3:1. Esto no solo beneficia el sistema digestivo, sino que también ayuda a mejorar la inflamación crónica.
El omega-6 abunda en alimentos como el pollo, el cerdo, el aceite de soja, el aceite de girasol y el maíz. El omega-3 se concentra en pescados grasos como el salmón y el aguacate.
Elija alimentos que sean altamente nutritivos.
Algunas personas no se sacian fácilmente, mientras que otras tienden a comer hasta saciarse por completo. Si te sientes insatisfecho después de comer, puedes probar los siguientes métodos para mejorar la situación.
- Coma mucha carne, grasas saludables y verduras verdes porque las proteínas y la fibra son los elementos que crean la mayor sensación de saciedad.
- Consume menos carbohidratos y alimentos procesados. Elige alimentos ricos en nutrientes y consume muchas verduras de hoja verde oscuro.
- Priorizar los alimentos integrales y masticar bien, comiendo despacio.
Duerma lo suficiente.
El sueño está estrechamente relacionado con la secreción hormonal del cuerpo. Hormonas importantes como la insulina y la hormona del crecimiento no funcionarán eficazmente si se duerme mal con regularidad.
Los expertos recomiendan una duración ideal de sueño de 6 a 8 horas por noche. Además de dormir lo suficiente, dormir a la hora adecuada también es crucial.
Lo mejor es acostarse antes de las 11 p. m., ya que el período comprendido entre las 11 p. m. y las 3 a. m. es cuando el sueño es más efectivo, ayudando al cuerpo a recuperarse tanto física como mentalmente.
Reduce la frecuencia con la que comes fuera de casa.
Los expertos en nutrición aconsejan que lo mejor es comprar ingredientes frescos y cocinar en casa para controlar mejor lo que se consume.
Los alimentos procesados y las comidas servidas en restaurantes y cafeterías a menudo contienen altos niveles de especias y grasas, que pueden exacerbar fácilmente la inflamación crónica.
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