Una dieta rica en azúcar y grasas, la falta de ejercicio y el estrés frecuente contribuyen a la acumulación de grasa abdominal.
La grasa abdominal se divide en dos tipos: visceral y subcutánea. La grasa subcutánea protege los músculos y los huesos de impactos externos como caídas y colisiones. La grasa visceral se almacena en la cavidad abdominal, cerca de varios órganos importantes como el hígado y el estómago; se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. A continuación, se presentan las causas de la acumulación de grasa abdominal.
Dieta incorrecta
El cuerpo absorbe más calorías de las que gasta a lo largo del tiempo, lo que provoca aumento de peso y grasa abdominal. En concreto, los alimentos azucarados y procesados son causas comunes de sobrepeso, ralentizando el metabolismo y dificultando la pérdida de peso. Los alimentos que contienen grasas trans pueden causar inflamación, lo que conduce a la obesidad. La dieta debe limitar la comida rápida y los productos horneados como muffins y galletas.
La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda que todos reemplacen las grasas trans con cereales integrales saludables, grasas monoinsaturadas y grasas poliinsaturadas.
Consumir muchas bebidas azucaradas, como refrescos y bebidas energéticas, está relacionado con un aumento de la grasa visceral abdominal. Es mejor beber agua, preferiblemente café y té sin azúcar, y comer alimentos integrales.
Comer alimentos ricos en proteínas contribuye a la pérdida de peso al aumentar la sensación de saciedad. Esto se debe a que el cuerpo tarda más en digerir las proteínas en comparación con otros macronutrientes. Las proteínas también favorecen la reparación y el crecimiento muscular, aceleran el metabolismo y queman más calorías en reposo. Las personas que consumen más proteínas tienen menos probabilidades de tener exceso de grasa abdominal.
La grasa abdominal aumenta el riesgo de padecer muchas enfermedades crónicas. Foto: Freepik
Falta de ejercicio
Además de una dieta poco saludable , un estilo de vida sedentario también afecta negativamente la salud. La falta de actividad física es un factor de riesgo importante para la obesidad y el aumento del porcentaje de grasa corporal. Hacer ejercicio 30 minutos al día, 5 días a la semana, ofrece numerosos beneficios.
Beber demasiado alcohol
Beber demasiado alcohol causa numerosos problemas de salud, como inflamación, cirrosis y trastornos del sueño. El alcohol contiene una gran cantidad de calorías (7 calorías por gramo), y el consumo excesivo puede provocar una disminución del estado de alerta y el consumo de alimentos menos nutritivos. El alcohol puede alterar las hormonas relacionadas con el hambre y la saciedad. El alcohol también reduce la oxidación de las grasas, lo que provoca su almacenamiento.
Estrés
Cuando se estresa, las glándulas suprarrenales liberan más cortisol. Los niveles de cortisol también aumentan con el exceso de trabajo o la falta de sueño. El exceso de esta hormona causa trastornos endocrinos, lo que lleva a la pérdida de control de la grasa abdominal y al aumento de peso. Muchas personas suelen recurrir a la comida para aliviar el estrés.
Le Nguyen (según Medicalnewstoday )
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