Uno de los principales avances del proyecto, bien recibido por muchos, es el régimen de subsidios preferenciales con un diseño diverso, que oscila entre el 25 y el 80% según el nivel de educación, la región y el tipo de institución educativa , en el que los docentes que enseñan en zonas remotas, fronterizas e insulares reciben el subsidio más alto.
En consecuencia, se espera que los maestros que enseñan en internados de minorías étnicas, en escuelas primarias en comunas de las regiones I y II de minorías étnicas y zonas montañosas, en comunas insulares, comunas fronterizas y comunas de zonas seguras, de acuerdo con las regulaciones gubernamentales , reciban una asignación del 50%.
Los docentes que trabajan en jardines de infancia en las comunas de las regiones I y II de minorías étnicas y zonas montañosas; comunas insulares, comunas fronterizas y comunas de zonas seguras, según las reglamentaciones gubernamentales, tienen derecho a una asignación del 60%.
Los docentes que enseñan en internados étnicos y en instituciones educativas de zonas con condiciones socioeconómicas especialmente difíciles, según lo prescrito por el Gobierno, tienen derecho al 70%.
En particular, el profesorado de preescolar en zonas con condiciones socioeconómicas especialmente difíciles, según la normativa gubernamental, recibe una asignación de hasta el 80 %. Además, el profesorado que trabaja en zonas con dificultades también tiene derecho a alquilar una vivienda pública, a que se le garantice una vivienda colectiva o a recibir ayudas para el alquiler de la vivienda; apoyo para el pago del transporte...
Las zonas montañosas y de minorías étnicas, las zonas más difíciles de nuestro país, representan actualmente tres cuartas partes de la superficie natural y el 14,6% de la población. Las dificultades y características de la naturaleza, la economía y la sociedad han tenido un impacto significativo en el desarrollo de la educación y la formación.
En los últimos tiempos, numerosas políticas del Partido, la Asamblea Nacional y el Gobierno para el desarrollo de la educación en zonas desfavorecidas han contribuido a reducir la brecha en el acceso y la calidad de los servicios públicos entre regiones. Sin embargo, la calidad de la educación entre las zonas desfavorecidas y las zonas con condiciones favorables aún presenta una brecha significativa, como lo demuestran claramente los resultados de los exámenes de graduación de la educación secundaria.
Una de las razones que influye en esta diferencia es que la calidad y cantidad de docentes en zonas remotas todavía tienen muchos problemas.
Durante muchos años, ha habido escasez de docentes en zonas remotas. Especialmente desde la implementación del Programa de Educación General de 2018, las escuelas han tenido dificultades para reclutar profesores de inglés y tecnología de la información. Esto se debe a la complejidad del terreno, lo que dificulta el desplazamiento de los docentes.
Las condiciones de vida también son precarias, la vida cultural y espiritual es limitada y las oportunidades de desarrollo profesional son escasas. Algunos docentes, especialmente los jóvenes, no se sienten seguros en su trabajo. Además de asumir tareas docentes en el aula, los docentes en zonas remotas también deben asumir muchas otras tareas, por lo que la presión laboral es alta.
En particular, además del entorno laboral poco atractivo, los ingresos de los docentes aún no son suficientes para compensar las dificultades por las que tienen que pasar, por lo que cuando hay una oportunidad de trabajar en un mejor ambiente y con mejores ingresos, los docentes optan por decir adiós.
Retener al profesorado en zonas desfavorecidas seguirá siendo un gran reto sin soluciones integrales y sostenibles. Por lo tanto, junto con la inversión en instalaciones, equipos y condiciones de enseñanza para estas zonas, es necesario contar con políticas de apoyo sólidas que garanticen la seguridad del profesorado en su trabajo.
Se espera que los avances en las políticas preferenciales para el profesorado, según el proyecto de Decreto, contribuyan a resolver de manera fundamental el problema de la calidad y la cantidad de docentes en zonas desfavorecidas. Esta se considera una de las soluciones clave, contribuyendo a mejorar la calidad de la enseñanza, reducir la brecha educativa con las zonas con condiciones favorables y contribuir a la implementación del objetivo de innovación educativa.
Fuente: https://giaoducthoidai.vn/rut-ngan-khoang-cach-giao-duc-post742176.html
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