Los niños de 1 año que miran demasiada televisión, pantallas de teléfonos o dispositivos similares corren el riesgo de sufrir un retraso en el desarrollo en cinco criterios evaluados, entre ellos: habilidades de comunicación, habilidades de manejo de situaciones, habilidades personales y sociales, habilidades motoras gruesas (como correr, saltar...) y habilidades motoras finas (como recoger objetos).
Los niños de 1 año que ven demasiada televisión, pantallas de teléfonos o dispositivos similares corren el riesgo de presentar un desarrollo lento según los 5 criterios evaluados. Foto ilustrativa. |
Este es el primer estudio que demuestra los efectos nocivos del uso de dispositivos electrónicos en niños de tan solo un año. Los resultados de la nueva investigación se publicaron en la edición digital de la revista JAMA Pediatrics de la Asociación Médica Estadounidense.
Investigadores de la Universidad de Chiba y un centro nacional de salud infantil de Japón evaluaron datos recopilados de 57.980 niños y sus madres, basándose en el tiempo de pantalla, que oscilaba entre cero y más de cuatro horas. Este último estudio se centró únicamente en niños nacidos entre 2011 y 2014.
Los resultados muestran que los niños de 1 año que ven demasiada televisión, pantallas de teléfonos o dispositivos similares corren el riesgo de tener un desarrollo lento en 5 criterios evaluados, entre ellos: habilidades de comunicación, habilidades de manejo de situaciones, habilidades personales y sociales, habilidades motoras gruesas (como correr, saltar...) y habilidades motoras finas (como recoger objetos).
Los niños que pasaban menos tiempo frente a la pantalla tendían a tener un mejor rendimiento en estas habilidades. Las investigaciones también demostraron que un mayor rendimiento en estas habilidades se asociaba con las interacciones con otros miembros de la familia, como tener hermanos mayores o que les leyeran con regularidad.
"Esperamos que este estudio ayude a las familias con niños pequeños a pensar en la exposición a los medios en el hogar", dijo Midori Yamamoto, miembro del equipo de investigación y profesora adjunta del Centro de Ciencias de la Medicina Preventiva de la Universidad de Chiba.
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