Las personas mayores de 40 años deben priorizar los controles renales regulares por las siguientes razones.
Los riñones son más susceptibles a sufrir daños con la edad.
Los cambios relacionados con la edad hacen que los riñones sean más vulnerables. Estos cambios se producen en la estructura de los vasos sanguíneos, los glomérulos y los túbulos renales, así como en la respuesta inmunitaria y la capacidad regenerativa. Por lo tanto, el riesgo de enfermedad renal crónica aumenta en los adultos mayores, incluso si no padecen diabetes ni hipertensión arterial, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).

Los adultos mayores con presión arterial alta o diabetes deben realizarse controles renales periódicos.
Ilustración: IA
El envejecimiento puede provocar que los riñones pierdan gradualmente parte de su función de filtrado, lo que provoca una regeneración celular menos eficiente y la acumulación de toxinas. Algunas personas tienen problemas renales, pero no presentan síntomas evidentes. Otras pueden sentirse cansadas, presentar una leve inflamación u orinar con frecuencia por la noche, pero estos síntomas se confunden fácilmente con otros problemas de salud.
La enfermedad renal a menudo progresa de forma silenciosa.
Una de las razones más importantes para realizar chequeos renales regulares es que la enfermedad renal crónica a menudo no presenta síntomas perceptibles en sus etapas iniciales. Muchas personas desconocen que padecen la enfermedad, incluso cuando sus riñones han sufrido daños significativos.
Los riñones sanos filtran la sangre, reteniendo proteínas esenciales y eliminando desechos. Sin embargo, cuando los glomérulos o túbulos renales están dañados, las proteínas pueden filtrarse en la orina, lo que provoca proteinuria. Esta es una señal temprana de daño renal.
Por lo tanto, las revisiones periódicas ayudan a detectar la insuficiencia renal de forma más temprana, cuando su función está apenas alterada. Esto permite a los médicos hacer recomendaciones para prevenir su progresión.
El riesgo aumenta cuando hay comorbilidades.
Después de los 40 años, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes tipo 2 y dislipidemia. Estas afecciones, especialmente si no se controlan adecuadamente, pueden dañar los vasos sanguíneos y los glomérulos, lo que eventualmente puede derivar en enfermedad renal crónica.
Los expertos recomiendan que las personas con factores de riesgo se revisen los riñones al menos una vez al año. Estos factores de riesgo incluyen hipertensión arterial, diabetes, obesidad, tabaquismo o antecedentes familiares de enfermedad renal.
Mucha gente podría pensar que las pruebas de función renal son complicadas y requieren equipo avanzado. Pero eso no es del todo cierto. Las pruebas renales básicas son muy sencillas, fáciles de realizar y adecuadas para chequeos de rutina.
Estas pruebas y exámenes incluyen análisis de sangre y orina, y la toma de la presión arterial. En algunos casos necesarios, los médicos pueden solicitar una ecografía renal u otras pruebas de imagen para evaluar la estructura renal si se detectan anomalías, según Healthline .
Fuente: https://thanhnien.vn/vi-sao-nguoi-tren-40-tuoi-can-kiem-tra-than-dinh-ky-185251210192739465.htm






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