El daño hepático suele ocurrir de forma silenciosa. Si el paciente no lo reconoce ni trata a tiempo, puede provocar cirrosis o incluso cáncer de hígado. Dado que el hígado está dañado, el paciente necesita ajustar su dieta.
El hígado puede dañarse por diversas causas, como el abuso de alcohol, la hepatitis, la enfermedad hepática autoinmune o el hígado graso. Cuando se daña, el hígado se autorepara y forma tejido cicatricial. Con el tiempo, un exceso de tejido cicatricial en el hígado puede provocar cirrosis, lo que provoca un deterioro de la función hepática, según el sitio web de salud Verywell Health (EE. UU.).
Las personas con problemas de hígado deben limitar el consumo de carne roja y carne procesada.
Las personas con enfermedad hepática, especialmente cirrosis, deben evitar comer y beber los siguientes alimentos:
Cerveza inglesa
Las personas con daño hepático deben evitar el alcohol por completo. Este tipo de bebida puede agravar el daño hepático, perjudicando el proceso de recuperación y la función hepática.
Platos salados
Los alimentos salados, que contienen mucha sal, tienen un alto contenido de sodio. Al consumir mucho sodio, el cuerpo retiene agua para neutralizarlo. La retención de líquidos empeora la ascitis, provocando la acumulación de líquido en el abdomen en personas con cirrosis.
Alimentos grasosos y grasosos
Los alimentos ricos en grasas y aceites, como las frituras, los lácteos enteros y las carnes grasas, sobrecargan el hígado. Esto aumenta la inflamación, lo que a su vez conduce a niveles más altos de hígado graso.
Carne roja y carne procesada
Estas carnes tienen un alto contenido de grasas saturadas, que el hígado no puede procesar bien cuando está dañado. En su lugar, los pacientes deben consumir carnes magras como las de ave. Si necesitan proteínas, utilicen vegetales ricos en proteínas como la soja y las judías verdes.
almidón blanco
Los alimentos que contienen almidón blanco, como el pan blanco, los pasteles y la pasta, provocan un aumento rápido del azúcar en sangre. Los niveles altos de glucosa en sangre ejercen presión sobre el hígado. Por lo tanto, se recomienda sustituir el almidón blanco por almidones complejos como el arroz integral, la quinoa, la patata o la avena.
Demasiado hierro
El hierro es esencial para la producción de sangre. Sin embargo, un exceso de hierro puede causar daños hepáticos más graves. Si el médico informa al paciente que su cuerpo tiene un alto contenido de hierro, es necesario reducir la ingesta de alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, espinacas e hígado de res, según Verywell Health .
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Fuente: https://thanhnien.vn/6-mon-nguoi-mac-benh-gan-can-phai-tranh-dac-biet-la-xo-gan-185241130122201227.htm
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