
Aplicaciones de la IA en biotecnología
En el pasado, el biodiseño era tarea de sofisticados laboratorios de biología molecular. Ahora, la inteligencia artificial (IA) ha abierto un nuevo campo: el biodiseño computacional.
En lugar de pasar años experimentando con la biología tradicional, los científicos ahora pueden "programar" organismos como si escribieran software, y la IA es la herramienta que acelera ese avance.
La IA diseña secuencias de ADN: de la simulación a la creación
Según Tuoi Tre Online , descifrar el ADN fue en su momento una gran hazaña en biología, pero ahora es solo el comienzo. Con la ayuda de la IA, el proceso ha pasado de «leer» a «escribir» el código genético. Los modelos de aprendizaje profundo se entrenan con millones de secuencias genéticas, lo que les permite reconocer la estructura, la función e incluso predecir cómo funcionan los genes en las células.
Un ejemplo paradigmático son herramientas como ProGen, un modelo de lenguaje genético que funciona de forma similar a ChatGPT, pero en lugar de generar texto, genera nuevas secuencias de proteínas. Estas IA no solo «componen» genes, sino que también evalúan su plegamiento, actividad biológica y utilidad.
Lo importante es que la IA no reemplaza a los científicos , sino que les ayuda a reducir significativamente el tiempo de pruebas y optimización. Una secuencia de ADN puede tener miles de millones de combinaciones diferentes, lo cual es prácticamente imposible de probar manualmente. La IA ayuda a elegir las combinaciones más viables, mucho más rápido y con mayor precisión.
Gran oportunidad, gran desafío
Gracias a la IA, las empresas de biotecnología están creando bacterias que pueden degradar el plástico, cultivos más resistentes a la sequía e incluso vacunas personalizadas para cada persona.
En medicina, la IA escribe código para enzimas que disuelven tumores, anticuerpos altamente específicos o biomoléculas utilizadas para el diagnóstico precoz del cáncer.
Sin embargo, muchos expertos advierten que esta tecnología también tiene potencial para ser utilizada indebidamente . La IA puede emplearse para diseñar virus o agentes biológicos peligrosos si cae en malas manos. Por lo tanto, junto con la velocidad del desarrollo surge la necesidad urgente de control ético, transparencia en las fuentes de datos de entrenamiento y monitoreo de la bioseguridad.
Además, la tecnología aún depende de los datos, lo que significa que la IA solo es tan potente como la diversidad y precisión de los datos biológicos de los que dispone. En áreas aún poco investigadas, la IA puede generar diseños defectuosos o que no se ajustan a la realidad biológica.
Finalmente, también está la cuestión de los derechos de autor genéticos : cuando una IA crea una secuencia de ADN sin precedentes, ¿quién es el propietario? ¿El investigador, la empresa o el modelo de IA?
El futuro del biodiseño podría ser como la programación de software.
Estamos entrando en una era donde los organismos no solo se descubren, sino que se «escriben» desde cero mediante máquinas. Del mismo modo que un programador escribe el código de una aplicación, un biólogo del futuro podría diseñar un microorganismo o proteína específicos describiendo los requisitos, dejando que la IA calcule el resto.Fuente: https://tuoitre.vn/ai-thiet-ke-chuoi-adn-mo-ra-ky-nguyen-moi-cong-nghe-sinh-hoc-20250627104654027.htm






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