| Encender la campana extractora mientras cocina ayuda a eliminar el aceite y el polvo, protegiendo el cabello y la piel. |
Si alguna vez has culpado a la comida, las hormonas o los cosméticos por un brote repentino, es posible que estés pasando por alto un culpable "flotando en el aire": el aceite de cocina.
Según la dermatóloga Helena Watson (Reino Unido), los hábitos culinarios diarios, especialmente freír, pueden sabotear sutilmente todos los esfuerzos de cuidado de la piel.
En una entrevista con Plumbworld, comentó: «La mayoría de la gente no relaciona los hábitos culinarios con la piel. Pero la exposición a los aceites y grasas de cocina presentes en el aire puede obstruir los poros y provocar brotes persistentes, especialmente alrededor de la mandíbula y la frente».
Según una encuesta de Plumbworld, el 63 % de los participantes admitió no lavarse la cara ni el cabello después de cocinar, y el 40 % no encendía la campana extractora mientras preparaba la comida. Estos hábitos aparentemente inofensivos, en realidad, provocan que la piel acumule una capa de grasa y suciedad a diario.
"Incluso con una rutina de cuidado de la piel perfecta, si no se elimina esa capa de grasa y suciedad, pueden aparecer brotes", afirma el Dr. Watson.
El caso de Sophie L., de 29 años y residente de Manchester, es un claro ejemplo. Lo había probado todo para mejorar su piel, desde limpiadores caros hasta sérums, pero el acné persistía. "No fue hasta que leí los consejos del Dr. Watson que me di cuenta de que siempre cocinaba sin recogerme el pelo ni lavarme la cara después", relató.
Sophie dijo que después de cambiar sus hábitos, su acné se detuvo.
Según el Dr. Watson, el cuidado de la piel no se trata solo de lo que te aplicas en la cara, sino también de cómo vives e interactúas con tu entorno. Aquí tienes tres consejos sencillos pero efectivos del doctor:
- Encender la campana extractora mientras cocina ayuda a eliminar el aceite y el polvo del aire antes de que se asienten en la piel, el cabello o las superficies.
Lávate la cara y el cabello después de cocinar. Incluso usar desmaquillante ayuda a reducir la acumulación de grasa en la piel.
Cambia las fundas de tus almohadas con más frecuencia. Si cocinas a diario, deberías lavarlas una o dos veces por semana para evitar la acumulación de grasa y suciedad.
Fuente: https://baoquocte.vn/ba-loi-khuyen-tranh-da-noi-mun-do-thoi-quen-nau-an-317825.html






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